Bodegas Castaño vuelve a reinventarse con nuevos vinos finos y elegantes
Bodegas Castaño revolucionó los tintos mediterráneos en los 80 al lanzarse a embotellar y criar en una tierra conocida por su graneles. Hoy, 30 años después, vuelve a reinventarse con nuevos tintos.
Hablar de monastrell y hablar de tintos de Yecla es hablar de Bodegas Castaño. Castaño -Don Ramón Castaño- rompió clichés hace treinta años poniendo en valor el tinto de esta zona mediterránea. Zona conocida por sus graneles (la bodega, fundada en 1950, se creó para ello), Castaño comenzó a criar y a embotellar. Fue un órdago al establishment de la zona. Y fue un órdago ganador.
Mucho ha llovido desde que en 1985 la bodega diera este atrevido paso. Esa lluvia ha dado fruto a tintos muy reconocidos como Hécula o Castaño Colección -entre otros- y ahora que el manjar de este proyecto murciano se rifa en Estados Unidos (venden casi el 90% de su elaboración fuera de España), la bodega, adaptándose a los nuevos gustos del consumidor sin perder sus orígenes, y demostrando tener cintura, ha lanzado al mercado dos nuevos tintos, además de comenzar a vender en España un vino muy especial que desde hace una década triunfa al otro lado del charco.
Se trata deGSM 2013, Santa 2013 y Solanera Viñas Viejas 2013. GSM responde a las siglas de garnacha tintorera, syrah y monastrell, siendo estas dos últimas las que componen la mayoría del coupage. Es un vino joven y directo, del estilo al conocido y premiado Hécula pero más elegante, más fluido, más, digamos, 'bebible'(como parece que exige el canon actual). Imagen moderna en botella borgoña, GSM 2013 es un tinto perfecto como puerta de entrada a Castaño, a Yecla, a la monastrell mediterránea. Esta es su primera añada y ya auguramos que va a dar guerra.
Santa 2013 es un vino top, de mucha categoría y elegancia; esta es también su primera añada -se presenta también en botella borgoña- y ya os adelantamos, con poco riesgo de equivocarnos, que cuando se hable de los vinos de más categoría de esta zona estará incluido. Un tinto suave, elegante, fino. 90% monastrell y una pizca de garnacha tintorera nacidas de cepas de más de 45 años de edad, de esas que producen muy poca uva, pero que lo poco que producen es oro.
Se trata de un vino que rompe los estándares de la clásica potencia mediterránea. Merece mucho la pena probarlo no solo por su sabor y elegancia, sino por la interpretación que han dado los Castaño del terruño de Yecla.
Por cierto, es un homenaje a la madre del fundador cuyo segundo apellido es Santa, Ramón Castaño Santa. Estos dos tintos se elaboran a partir de la uva que nace de la finca Las Gruesas. Se trata de la finca origen de Castaño. Una amplia e impactante extensión de cepas formada por decenas de pequeñas parcelas perfectamente identificadas e identificables de un vistazo. Todas se vinifican por separado, forma muy ardua de trabajar, pero que garantiza flexibilidad en los coupage para así dar el acabado pertinente a cada uno de los vinos de esta ya mítica casa.
El tercero esSolanera Viñas Viejas 2013. No es un vino nuevo como tal, como sí lo son los dos citados, pero sí es nuevo en el mercado nacional. Este tinto nació hace algo más de dos lustros como proyecto conjunto entre Bodegas Castaño y su distribuidor estadounidense. Entre ambos compraron un viñedo en la finca Casa Marta, cercana a Las Gruesas, y elaboraron Solanera, un tinto formado en su mayoría con monastrell, acompañada por cabernet sauvignon y garnacha tintorera.
Tras años criando fama y triunfando en Estados Unidos, comienza ahora a comercializarse en España, y nos ha parecido la nota perfecta para completar la Selección del Club Todovino de este mes,llena de primicias, potencia, sabor y elegancia.
Tres tintos de excelente calidad-precio que vuelven a demostrar que Yecla existe, que sabe a buen vino, y que Bodegas Castaño es hoy más que nunca una bodega digna de la fama de gran calidad y buen hacer que la precede.
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Hablar de monastrell y hablar de tintos de Yecla es hablar de Bodegas Castaño. Castaño -Don Ramón Castaño- rompió clichés hace treinta años poniendo en valor el tinto de esta zona mediterránea. Zona conocida por sus graneles (la bodega, fundada en 1950, se creó para ello), Castaño comenzó a criar y a embotellar. Fue un órdago al establishment de la zona. Y fue un órdago ganador.