¿Qué lleva a un prestigioso arquitecto a crear una bodega? Los tintos de Rafael Moneo

El Kursaal, la ampliación del Museo del Prado, aeropuertos, ayuntamientos, estaciones de tren... Premio Nacional de Arquitectura, Pritzker, Príncipe de Asturias de las Artes, entre otras distinciones... Más de 50 años a sus espaldas creando espacios y admiración, por igual. ¿Qué le lleva al prestigioso arquitecto Rafael Moneo (Tudela, 1937) a convertirse en bodeguero y lanzarse a elaborar vinos?

Nos lo contó él, el día que fuimos a visitar Bodegas y Viñedos La Mejorada, un curioso y desconocido –para el gran público– proyecto a cinco kilómetros de la ciudad de Olmedo, en la provincia de Valladolid, amparado bajo la denominación Vinos de la Tierra de Castilla y León. Sentado plácidamente bajo la sombra de una de las fachadas de la capilla mudéjar que también se encuentra dentro de la finca: “Mi relación con el vino me acompaña desde que nací, en la ribera de Navarra, donde era raro quien no poseía un viñedo, y raro era un pueblo que no presumiera de tener los mejores vinos”.

Más tarde, en los años 70, ya como arquitecto, Moneo realizó el edificio del ayuntamiento de Logroño. “Allí empecé a valorar esos vinos de cosechero que se bebían en la calle Laurel, a hacer algunas visitas a las bodegas tradicionales de Haro… Quedé interesado y prendido por el vino”.

Fue a finales de siglo pasado y tras rehabilitar Arínzano, en Navarra, donde se encuentra la bodega Chivite, cuando unos amigos le animaron a rescatar La Mejorada y aventurarse a crear una bodega propia. “Ahí encontré la respuesta a un deseo que seguramente estaba alentado desde mucho antes”.

El resultado es un impresionante paraje tanto en arquitectura como en calidad vitivinícola: Bodegas y Viñedos La Mejorada está compuesta por una finca de 140 hectáreas que alberga 40 hectáreas de frondosos pinos, algo más de 42 de viñedo y un rehabilitado y monumental monasterio de comienzos del siglo XV. Todo ello bajo la propiedad, la mente y la gestión del prestigioso arquitecto Rafael Moneo.

Para la elaboración de los tintos, la bodega cuenta con la asesoría de Florent Dumeau y Xavier Choné, dos enólogos consultores que trabajan con bodegas en todo el mundo, y el día a día del viñedo va de la mano de Álvaro Bernardo, director técnico de la bodega.

Los vinos

Dos tintos llamados Las Cercas y Las Norias, nacidos de dos parcelas muy cercanas entre ellas con los mismos nombres, respectivamente, son los dos vinos principales de la bodega. Ambos tintos forma la Selección del Club Todovino de este mes. Son los dos tintos de Bodegas y Viñedos La Mejorada.

Bernardo nos cuenta que en La Mejorada “la viticultura se basa en observar e ir actuando según instinto”. En resumen: lo más natural posible y respetando el entorno al máximo. Cada uno de los vinos se elabora a partir de uva obtenida de una parcela concreta. “No se mezclan ni parcelas ni variedades en los procesos de elaboración”, nos confirma Bernardo y añade que el coupage, en el caso de que lo haya, se realiza en el momento de embotellar, no antes.

Así nacen Las Norias y Las Cercas, cada uno de su parcela y elaborado por separado. Las Norias es un 100% tempranillo con doce meses en barrica de roble francés, muy agradable y equilibrado. Las Cercas nace de una parcela a mayor altura, una finca de tempranillo y syrah de suelo muy arenoso. También tiene una crianza de 12 meses en roble francés (en este caso un 35% nuevo) y se muestra jugoso, sedoso, fresco y frutal. La bodega elabora además Tiento, un tinto formado por una selección muy exclusiva de uva que no sale al mercado todos los años.

Todo el proceso de elaboración se realiza dentro del rehabilitado monasterio, fundado a comienzos del s. XV por quien fuera Fernando I de Aragón. Un lugar de encuentro obligado en la Castilla de los siglos XV y XVI, visitado por los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II. La vida del monasterio quedó interrumpida con la Guerra de la Independencia, en la que fue completamente desmantelado. Con la desamortización de Mendizábal desaparecieron los Jerónimos, pasando el monasterio a manos privadas.

Lo que de verdad enamoró a Moneo –nos cuenta– no fue solo el sumarse a un proyecto vinícola en un espectacular paraje con la posibilidad además de restaurar un enigmático monasterio. Lo que le prendó fue la capilla mudéjar sita a escasos metros del mismo. Una capilla cuya planta se ha convertido en la insignia de la bodega. El dibujo de la planta de la capilla que aparece tanto en el logotipo de la bodega como en las etiquetas de Las Norias y Las Cercas es un trazo realizado a mano por el propio Moneo.

Un proyecto lleno de símbolos, de historia, de enigmas… pero sobre todo de buenos vinos. De vinos elegantes, equilibrados y amables. De vinos muy bebibles y disfrutables. Bienvenidos a La Mejorada.

Si quieres ver el resto de vídeos de nuestra visita a Bodegas y Viñedos La Mejorada, pincha aquí.

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