Quizá los tintos más extremos de España: los vinos de Terroir al Limit

"Llegué al mundo del vino a través de la gastronomía. En mi familia había mucha cultura de cocinar y de ir al mercado y para mí era una cosa lógica a partir de cierta edad enamorarme del mundo del vino". Nos lo contaba Dominik A. Huber, alma máter de Terroir al Limit, hace unos años durante una entrevista.

Así de sencillo es el origen de la pasión por el vino de este alemán que dejó su tierra para instalarse en el Priorat (Tarragona) y abordar, junto al enólogo sudafricano Eben Sadie, un proyecto tan inspirado como arriesgado, totalmente centrado en la viña, recuperando prácticas de elaboración tradicionales y reduciendo el protagonismo de lamadera al mínimo.

Eso es Terroir al Limit, un proyecto extremo cuyo nacimiento, tal y como hoy lo conocemos, fue en 2007 (tras años trabajando en otras bodegas) en Torroja del Priorat, en Tarragona. Una historia de viñas viejas, extremas, situadas en pequeñas parcelas y acariciadas por el clima mediterráneo.

Empezando por el nombre, Terroir al Limit, que por sí solo constituye una auténtica declaración de principios y que, siguiendo el modelo de Borgoña, refleja una concepción del vino completamente pegada a la tierra y de 'vigneron'que se pasa el día observando e interpretando su viñedo.

Como afirma Huber, “puede ser una experiencia única beber un vino especial que realmente te conmueve y que tiene la capacidad de transportarte a un ciertoterroir”.Y qué duda cabe que el Priorat está lleno de paisajes impactantes y que emocionan: un laberinto de montañas, curvas sin finy viejas viñas plantadas en pronunciadas laderas sobre suelos de pizarra (la llamada 'llicorella').

Esta geografía tan bella como llena de dureza ya atrajo poderosamente a los monjes cartujos que, en el siglo XII, vieron en la rocosa sierra del Montsant una escalera hacia el cielo, se asentaron a sus pies e impulsaron notablemente el cultivo de la viña.

La bodega trabaja con la intención de rescatar el espíritu de los vinos tal y como se elaboraban antes de la conocida como revolución del Priorat. Buscan la mínima intervención y tratar de que al consumidor le llegue la máxima expresión de la garnacha y la cariñena en cada botella que descorcha.

La bodega elabora actualmente siete vinos.Nos gusta especialmenteTorroja Vi de Vila 2013,el tinto de entrada en Terroir al Limit. Un tinto diferente, muy mineral y fiel reflejo del terreno en el que nace. Y el exclusivoDits del Terra 2013,un 100% cariñena nacido de una parcela de menos de dos hectáreas de superficie. Ambos componen la Selección Privada de este trimestre del Club Todovino.

"No queremos maquillar nada", dice Dominik A. Huber de sus vinos. "Si crees en tu territorio y en tu terruño no necesitas una barrica". Desde luego, puede considerarse una afirmación casi sacrílega en el país que más devoción presta a la madera. Pero estamos en el Priorat, probablemente la región que concentra el mayor número de visionarios y románticos del vino, y el pequeño proyecto del alemán Huber es un punto y aparte con respecto a lo que se había hecho hasta ahora en la zona.

Dominik A. Huber defiende que el vino es un "estilo de vida". La forma más fácil de comprobarlo es visitando su pequeña bodega de andar por casa, en la que hay casi tanto espacio para cocinar y sentarse a beber y charlar con los amigos, como para el vino.

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