Cómo nos afecta la Luna Llena y qué beneficios nos aporta

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La Luna, ese satélite misterioso que nos acompaña en el cielo, tiene un poder sobre nosotras mucho mayor del que podemos imaginar. Sus fases afectan tanto a la naturaleza como a nuestras emociones, y pocos eventos astronómicos nos afectan tanto como el de la Luna Llena.

La Luna Llena sucede cuando, al alcanzar su plenitud, refleja toda la luz del Sol afectando así a los ciclos energéticos y creando oportunidades con cada plenilunio para cerrar ciclos y reflexionar. Son esas noches mágicas de Luna Llena cuando el satélite nos invita a conectarnos con la parte más profunda de nuestro de ser, trayendo consigo implicaciones energéticas y espirituales que influyen en nuestro estado mental y emocional.

Cada Luna Llena coincide con un signo zodiacal diferente, potenciando diferentes aspectos de nuestra vida y afectándonos de un modo u otro según el signo en el que confluya. Por ejemplo, una Luna Llena en Piscis nos conectará más con nuestra parte emocional y con nuestra intuición mientras que si está bajo el signo de Capricornio serán las metas profesionales las que ocuparán el puesto número uno en nuestras preocupaciones.

Durante esta fase es habitual que sintamos una mayor intensidad emocional, ya que la Luna al estar completamente iluminada trae a la superficie lo que normalmente permanece en nuestro subconsciente. Es por ello que esta fase está asociada con cierres y nuevos objetivos vitales.

Algunas personas llegan a experimentar incluso dificultades para dormir o sueños más reales, mientras que otras se sienten más sensibles en el aspecto emocional cuando la Luna está en signos del zodiaco de agua o en conjunción con planetas como Neptuno o Plutón.

Por otro lado, la Luna en su fase menguante invita a la introspección y el descanso mientras que en la fase creciente nos invita a actuar, siendo cada una de sus fases ciclos de constante crecimiento y recogimiento personal.

La Luna Llena nos impulsa a manifestar, agradecer y recoger los frutos de lo que hemos trabajado, siendo cada ciclo lunar una oportunidad para crecer, aprender y manifestar los deseos más profundos que habitan en todas nosotras.