La reina Fabiola de Bélgica falleció el pasado viernes a los 86 años, dejando a su pueblo sumido en la tristeza. En la tarde de este martes, los restos mortales de la mujer del rey Balduino han sido trasladados al castillo de Laeken, donde este miércoles se abrirá la capilla ardiente al público. Eso sí, antes de que los belgas presenten sus respetos a la soberana, lo han hecho los miembros de la familia real belga, que este martes se han acercado para despedirse de ella en privado.
El miércoles, el feretro de la reina belga recibiía la visita de Charles Michel, el primer ministro de Bélgica