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Cuando Marichalar era el yerno 'malo'

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Marichalar y Urdangarin en un fotomontaje de Vanitatis
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Marichalar y Urdangarin en un fotomontaje de Vanitatis

Primero casó a su hija Elena con Jaime de Marichalar en marzo de 1995
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Primero casó a su hija Elena con Jaime de Marichalar en marzo de 1995

Después a su hija Cristina con Iñaki Urdangarin en octubre de 1997
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Después a su hija Cristina con Iñaki Urdangarin en octubre de 1997

Por cuestiones institucionales se veía obligado a compartir escena con sus yernos
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Por cuestiones institucionales se veía obligado a compartir escena con sus yernos

Pero se mostraba más cercano y relajado cuando compartía acto con Urdangarin
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Pero se mostraba más cercano y relajado cuando compartía acto con Urdangarin

Como cuando pasaban días de vacaciones en Palma con los duques de Palma
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Como cuando pasaban días de vacaciones en Palma con los duques de Palma

Con Marichalar también viajaban a Palma, pero el trato era distante
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Con Marichalar también viajaban a Palma, pero el trato era distante

Juntos pero no revueltos
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Juntos pero no revueltos

Con su yerno 'el deportista' tenía un trato más amable y coloquial
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Con su yerno 'el deportista' tenía un trato más amable y coloquial

Mientras que con su yerno Marichalar tenía una relación cordial, pero más distante
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Mientras que con su yerno Marichalar tenía una relación cordial, pero más distante

Con Marichalar compartía ocio, pero siempre manteniendo las distancias
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Con Marichalar compartía ocio, pero siempre manteniendo las distancias

Pero solo Urdangarin entendía su pasión por el deporte
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Pero solo Urdangarin entendía su pasión por el deporte

Por eso no dudaba en llevárselo a grandes acontecimientos como la Fórmula 1
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Por eso no dudaba en llevárselo a grandes acontecimientos como la Fórmula 1

Y conocer juntos a grandes nombres del sector como Ecclestone o Jean Todt
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Y conocer juntos a grandes nombres del sector como Ecclestone o Jean Todt

La llegada de los niños a la Casa del Rey animó la convivencia
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La llegada de los niños a la Casa del Rey animó la convivencia

Sobre todo porque el Rey siente especial debilidad por Froilán
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Sobre todo porque el Rey siente especial debilidad por Froilán

Pero ni con esas, el Rey seguía teniendo un yerno favorito
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Pero ni con esas, el Rey seguía teniendo un yerno favorito

Pocos tendrían la confianza de pedirle al Rey un esfuerzo como este
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Pocos tendrían la confianza de pedirle al Rey un esfuerzo como este

Pero Don Juan Carlos estaba encantado de ayudar a su yerno predilecto
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Pero Don Juan Carlos estaba encantado de ayudar a su yerno predilecto

De hecho, Urdangarin y su suegro compartían amistad con la princesa Corinna
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De hecho, Urdangarin y su suegro compartían amistad con la princesa Corinna

Aunque eso al final supuso un problema por los negocios que mantenían y fueron objeto de estudio por un juez
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Aunque eso al final supuso un problema por los negocios que mantenían y fueron objeto de estudio por un juez

Y también un punto de inflexión en la relación entre padre, hija y yerno 'bueno', con el tiempo yerno 'malo'
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Y también un punto de inflexión en la relación entre padre, hija y yerno 'bueno', con el tiempo yerno 'malo'

El Rey Juan Carlos no ha tenido especial suerte con sus yernos. Vivió una época creyendo que había casado muy bien a sus hijas con hombres bien posicionados y que las hacían felices. Hasta que en el año 2009 el anuncio del “cese temporal de la convivencia” entre Jaime de Marichalar y la infanta Elena echó al traste esa estampa de familia perfecta. A partir de ahí el exduque de Lugo fue coronado como el enemigo número uno de la estabilidad de la Corona, ya que su ruptura matrimonial fue entendida como un signo de humanidad de una familia vista como auténticos iconos institucionales que vivían al servicio del pueblo.

También es cierto que la relación entre el ahora Rey emérito y Marichalar nunca fue tan fluida como con Urdangarin, su yerno preferido. Compartían aficiones como el deporte y su interés por el mundo de los negocios. También tenían amistades en común, como la princesa Corinna, que más tarde les traería algún que otro quebradero de cabeza. Cuando Don Juan Carlos estaba con Urdangarin en público se le veía más campechano e incluso paternalista, mientras que la postura frente a Marichalar siempre ha sido más formal o políticamente correcta.

Hasta que llegó el traslado (forzado) de los duques de Palma a Washington huyendo de una bomba que tardó varios años en estallar y que ahora conocemos como el caso Nóos. Urdangarin le arrebató el trono a Marichalar como la verdadera amenaza a los pilares de la Corona española. Una situación que le obligaba a cortar lazos de unión y dejar que tanto su yerno como su propia hija se defendiesen por su cuenta ante la larga lista de delitos que se les imputa. Eso sí, sin descuidar el caso y prestando medios para asegurar al menos una vía de escape para su hija.

Mostramos en imágenes la comparativa entre el trato del Rey a sus dos yernos: el malo y el peor. 

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