Mientras Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda están ejerciendo de anfitriones de Macri y Awada, en Dinamarca la familia real hace lo propio con Felipe y Matilde de los belgas, quienes se encuentran realizando una visita de Estado al país nórdico. Los reyes de Bélgica llegaron a Copenhague a las 10:00 horas de la mañana de este martes y fueron recibidos en el aeropuerto por la reina Margarita, los herederos y los príncipes Joaquín y Marie. Tras la ceremonia de bienvenida, la comitiva se desplazó hasta el palacio de Amalienborg, donde tuvo lugar una recepción. Los reyes belgas continuaron con su agenda y mantuvieron un encuentro con el primer ministro, Lars Løkke Rasmusse, y con Pia Kjærsgaard, presidenta del Parlamento. Tras un almuerzo con ella, los reyes se reunieron con Federico y Mary para dar un paseo en barco por los canales de Copenhague. El día terminó con una cena de gala en el palacio de Christiansborg.
El segundo día los reyes y los herederos tuvieron agendas paralelas. La reina y la princesa empezaron su jornada asistiendo a una reunión en la que se presentaron los nuevo proyectos de la Fundación Mary y después visitaron la escuela Amager Faelled, que tiene un programa contra el bullying impulsado por la citada fundación. Más tarde se desplazaron hasta la Ciudad de la ONU de Copenhague y por último mantuvieron un almuerzo de trabajo en el palacio de Amalienborg. Mientras, Federico y Felipe visitaron el ayuntamiento de Copenhague, participaron en un seminario sobre la industria danesa, visitaron State of Green y almorzaron con representantes de la empresa belga y danesa en el hotel Marriott. Por la tarde y ya los cuatro juntos, visitaron la cinemateca donde participaron en un evento relacionado con la cultura belga e inauguraron una exposición de turismo. El día terminó con un concierto ofrecido por los reyes belgas en honor a sus anfitriones en el Black Diamond.
(Fotos: Gtres/Reuters/Efe)
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