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Carlos Falcó y Esther Doña pasan por chapa y pintura antes de su reboda

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 Esther Doña a su salida del local
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 Carlos Falcó a la salida del local
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Carlos Falcó a la salida del local

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Carlos Falcó a la salida del local

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Carlos Falcó a la salida del local

 El local ubicado en Majadahonda
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El local ubicado en Majadahonda

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El local ubicado en Majadahonda

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El local ubicado en Majadahonda

Sabemos lo que han hecho Carlos Falcó y Esther Doña en las últimas horas previas a su reboda. Y como haría cualquier mortal, la pareja se afana en los últimos preparativos. Pero en este caso no se trata de los de la finca El Rincón, donde este viernes se celebrará, entre amigos y algún que otro invitado de relleno, la celebración de su reboda. La pareja se ha entregado al culto al cuerpo. 

Carlos y Esther acudían a comer a Central Mexicana, un restaurante situado en el Centro Comercial Monte del Pilar en Majadahonda -curiosamente cercano al domicilio de soltera donde Esther vivía antes de conocer al marqués-. Después de una liviana comida, la pareja abandonaba el local para cumplir con su cita a las 4 de la tarde en un local anexo: un salón de manicura y pedicura

Fiel a su intención de mantenerse joven, y disimular al máximo el salto de 41 años que le separa de su recién estrenada mujer, el marqués se entrega, desde que conoció a Esther, en cuerpo y alma a los cuidados de todo tipo. Fiel a esa idea, el marqués se sometió en junio de 2016 a varios retoques estéticos entre los que se encontraban un injerto capilar y una operación para eliminar las bolsas de los ojos. Una vuelta a la juventud que le costó más de 12.000 euros.

En este caso, la pareja optó por una solución más económica y se decantó por una ITV a menor escala: un salón especializado en manicura-pedicura y tratamientos faciales. 

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