Kate Middleton tenía un difícil dilema en la noche del domingo 18 de febrero: se celebraban los Premios BAFTA 2018 en Londres y la iniciativa Time's Up había hecho un llamamiento para que todas las invitadas e invitados al acto atendieran al código de color negro en un intento de dar visibilidad y combatir el acoso que sufren las mujeres en la industria cinematográfica. Esta incitativa que ya tuvo su reflejo en los Globos de Oro norteamericano se ha visto secundada también en la alfombra roja de los galardones británicos.
La duquesa de Cambridge lo tenía complicado: ella, como mujer concienciada de la existencia de dicha problemática seguramente quería vestir de negro, sin embargo el protocolo de la Casa Real Británica prohíbe manifestarse públicamente sobre ningún asunto. Así que Kate ha intentado buscar un punto intermedio luciendo un vestido verde-oscuro-casi-negrode la diseñadora Jenny Packham que, sin embargo, no ha convencido a los medios ni a los asistentes.
