La boda real del año sigue generando noticias por doquier. Harry y Meghan se casan el próximo mes de mayo y en apenas unas semanas hemos sabido de la existencia del que será el padrino del enlace, de la fabricación de las invitaciones, del presupuesto de la seguridad y cómo se acordonará la zona en la que se casan (el castillo de Windsor) y otros miles de detalles.
[Blindar la boda de Harry y Meghan costará 34 millones de euros]
Lo último en aparecer son las fotografías de los souvenirs del enlace, las que están empezando a abarrotar este tipo de tiendas en Londres. Como ya ocurriese con la boda de Guillermo y Kate hace unos años, los fabricantes de merchandising no han sido precisamente discretos en su tarea. Algunos de los objetos son corazoncitos con la figura del príncipe y su prometida recortada en una forma de corazón. Otros los insertan en una fotografía circular sobre la bandera británica. La mayoría, como también es habitual, rozan lo hortera.
Lo más kitsch sin duda son los barrocos platos de mesa con la imagen de la pareja. Lo curioso es que la mayoría de estos objetos utilizan la misma fotografía: la de los prometidos en el día que anunciaron que se iban a casar.
