Cada año, la estancia de la familia real en Palma de Mallorca sigue unos protocolos muy similares. En esta ocasión, la gran sorpresa ha sido la celebración del tradicional posado de Felipe y Letizia en el Palacio de la Almudaina en lugar de Marivent, pero lo que no ha cambiado es el emplazamiento de la tradicional recepción a las autoridades baleares y a una representación de la sociedad del archipiélago. Precisamente el lugar que tanto protagonismo está teniendo este 2018: la Almudaina, que las hijas de los Reyes han visitado por primera vez.
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La semana pasada se esperaba que esta recepción supusiera la reaparición de la reina Sofía, que este año ha retrasado su llegada a Mallorca, pero las hipótesis fallaron y ya lleva unos días disfrutando de la isla con sus nietos. El gran ausente, como ya es sabido, ha sido el rey Juan Carlos, convaleciente de una lesión de muñeca, que le ha impedido participar en la Copa del Rey de Vela, algo que sí están haciendo sus hijos Felipe y Elena.
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Hoy hemos podido constatar nuevamente la concordia familiar que está reinando en estas vacaciones en Mallorca y hemos visto en muy buena sintonía a las dos Reinas, que han protagonizado también un auténtico duelo de glamour en el Palacio de la Almudaina.
El siguiente plato fuerte es la visita a la isla de Pedro Sánchez para el tradicional despacho con el rey Felipe. Un encuentro que despierta muchas expectativas.