Rihanna no ha fallado este año al Carnaval de Barbados, una convocatoria a la que acude religiosamente y sin rechistar, lo que ha convertido este festival de brillo, color y música en todo un acontecimiento muy seguido fuera de sus fronteras. La diva de la música, a sus 29 años, continúa fiel a las grandes fiestas de la tierra que la vio nacer y no defrauda con sus estrambóticos estilismos, que dejan poco a la imaginación.
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Como cabía esperar, la cantante acaparó todas las miradas, pero a ella parecía no importarle ser el centro de atención con un escueto conjunto de brillantes que cubría lo justo y necesario para no ser acusada de exhibicionismo público, pero haciendo que los hombres contuviesen la respiración a su paso. De hecho, esto viene haciéndolo desde hace varios años, pero pocas veces se ha presentado ante sus compatriotas tan provocativa y desinhibida.
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Aun así, no todos han sabido apreciar la belleza de sus curvas y son muchos los que han querido destacar que la artista ha cogido algunos kilos de más en los últimos meses. A pesar de que ha ganado peso y sus curvas son más pronunciadas que antaño, ella sigue ajena a lo que se diga sobre su aspecto físico. Es feliz, está más centrada en la vida, más alejada de los excesos y si para conseguirlo debe aguantar que su cuerpo no le guste al 100 % de la población, pues que se conforme con robarle suspiros al 98 % mientras ese dos residual opte por criticarla.
Pero Rihanna no ha sido la única estrella en este firmamento de color. También han llamado mucho la atención la modelo Jourdan Dunn, el preso más guapo del mundo, Jeremy Meeks, su nueva novia -hace unas semanas amante, porque él estaba casado- Chloe Green, y el piloto de Fórmula 1, Lewis Hamilton.
Fotos: Gtres.