Ante el inevitable paso del tiempo, el hombre sigue en la búsqueda del ansiado elixir de la eterna juventud. Todavía no se ha descubierto, pero contamos con un potente antiedad: el ácido hialurónico, un ingrediente indispensable en la cosmética. Lo produce nuestro organismo de manera natural y forma parte de tejidos y órganos del cuerpo. Funciona como humectante y es capaz de mantener hasta seis litros de agua en la piel, manteniéndola más hidratada tanto en el interior como en el exterior.
Con los años, su presencia disminuye y lleva consigo la aparición de arrugas, la perdida de firmeza, flacidez y envejecimiento de la piel. Este preciado ingrediente, buscado y respetado en el mundo de la cosmética, actúa rehidratando la epidermis, tersando y aumentando así su volumen y grosor. Tal como explica Pedro Catalá, doctor en Farmacia y fundador de la firma Twelve Beauty, “cuando se aplica, el ácido hialurónico es capaz de formar un film invisible, transparente y viscoelástico sobre la piel, que la mantiene elástica y reduce la pérdida de agua transepidérmica, aumentando de manera indirecta la hidratación. El ácido hialurónico ayuda a preservar las características más importantes de la piel sana y joven, como la elasticidad y el tono”.
Además, también funciona muy bien como ingrediente antiinflamatorio y antibacteriano, lo que beneficia no solo a quienes sufren falta de hidratación, sino también a las personas que padecen acné, eczema, rosácea o dermatitis. Este ingrediente está presente en un sinfín de productos cosméticos. Aquí va nuestra selección para que elijas cómo lo quieres incluir en tu rutina, según tus necesidades.