La Semana de la Moda de Nueva York ya se ha marcado un horizonte propio: el de la primavera-verano del próximo 2016. Como cada año, Givenchy y el sempiterno (desde que hace diez años tomara la dirección creativa de la marca) Riccardo Tisci no dejaron indiferentes a los varios miles de invitados que tuvieron la suerte de contar con un asiento en su desfile –Pedro Almodóvar o Julia Roberts ocuparon algunos de ellos–. Vestidos de inspiración lencera confeccionados a base de transparencias y encajes en blanco y negro fueron la propuesta de un diseñador que se vio obligado a retrasar una hora su desfile. ¿El motivo? Esperaba la llegada a su front row de la socialite Kim Kardashian.
Aunque menos accidentado, el desfile de Victoria Beckham también contó con la bendición de algunos de sus acólitos. En este caso, su marido David y sus hijos compartieron asiento con la todopoderosa Anna Wintour. Para la próxima temporada la excantante apostó por faldas y vestidos largos que mezclan colores lisos con cuadros o algún estampado puntual.
Si hubo alguien que pensó que el grunge había muerto hacía dos temporadas, se equivocaba. El diseñador Alexander Wang también estaba de décimo aniversario. Fiel a su línea sport, el modisto apostó por las rayas en abrigos, chaquetas o petos oversize donde el gótico y el punk fueron la temática predominante.
Muy refrescante, Diane Von Furstenberg volvió a dar una lección de frescura (a pesar de sus años y de sus más de cuatro décadas de carrera) con una colección que lucieron desde Irina Shayk, pasando por Kendall Jenner (quien también fue chica Tisci), hasta Karlie Kloss. Una plantel de modelos que no harán más que sumar desfiles hasta que finalice la Semana de la Moda neoyorkina el próximo día 17.