Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, la cita más importante de la moda española, regresó a la capital para enarbolar la bandera de la creatividad y el diseño. Más de una semana de ideas y looks que logró su máximo apogeo durante los desfiles de la sección oficial. De viernes a lunes, los diseñadores españoles más relevantes mostraron sus propuestas para la primavera de 2018.
Hannibal Laguna hizo un personal homenaje a las flores, presentes en todos y cada uno de los vestidos de su colección de una forma u otra. Unas horas antes, Jorge Vázquez se creció en su terreno favorito: los vestidos largos para grandes ocasiones, aunque también dejó espacio para prendas favorecedoras y elegantes. Por su parte, Duyos, lanzó un mensaje de dulzura y delicadeza con sus vestidos de volantes, gasas, plumetti y seda en tonos menta y amarillo pastel.
La ropa de Alvarno tiene la virtud de concitar un deseo irrefrenable en quien la contempla. Ese visceral “lo quiero todo” que se formula en tu cabeza mientras ves pasar a cada una de las modelos solo significa una cosa, que si te imaginas llevándola puesta es porque Arnaud Maillard y Álvaro Castejón han hecho bien su trabajo. Para la primavera de 2018 inventaron una de esas mujeres de su tiempo que tan bien se les da retratar a través de vestidos, camisas, faldas, cuellos con corbatín, pero también mediante volúmenes despegados, románticos y etéreos.
The 2nd Skin Co, la firma favorita de las celebrities españolas e internacionales para sus eventos y alfombras rojas, propuso una primavera de 2018 en blanco, negro y amarillo, con texturas de celofán y brillos controlados, encantadores vestidos de cóctel y bolsillos para todas las ocasiones.
Custo BCN desmotró que sabe seguir fiel a sí mismo y a sus mezclas de tejidos, texturas y estampados. Teresa Helbig habló de romanticismo, prestidigitación y fábulas magníficas con delicadas prendas de gasa bordada en oro, americanas de pitón sobre vestidos de encaje y estolas de marabú. Lujo no tan silencioso pero mucho más sutil de lo que se puede describir con palabras. Después de todo, Teresa es nuestra Maria Grazia Chiuri. Una auténtica delicia.
Transparencias, flecos y plumas fueron los tres pilares sobre los que se apoyó la nueva colección de Juana Martín para la próxima primavera. María Escoté promulgó nuevas normas en su universo creativo con vestidos de inspiración pierrot, estampados florales y trajes de chaqueta vinílicos de corte masculino con los que quiso recrear su particular homenaje a un icono de su adolescencia: Lady Di.
Juan Vidal convirtió la rafia en eje de una colección inspirada en viajes exuberantes a paraísos lejanos como Hawái y Bora Bora. Estampados y superposiciones que anunciaban una primavera, la de 2018, llena de sorpresas. Por su parte, Maya Hansen revisitó sus corsés en versión vaquera, pero también nos ofreció un amplio abanico de vestidos, faldas y tops de un feliz estampado marinero.
Marcos Luengo se centró en siluetas ultrafemeninas y las piezas atemporales. Y Pepa Salazar sacó a desfilar en el Off de MBFWMadrid a una diva ochentera amante de los brillos, los leggings de vinilo, las plataformas y los colores intensos. Y lo hizo en el Mercado de Antón Martín. Un glamour entre charcuterías que recuerda al Almodóvar de '¿Qué he hecho yo para mercer esto?'. Nostalgia actualizada que siempre viene bien.
Los tejidos vaporosos, las superposiciones coloristas, los estampados florales y las siluetas contemporáneas fueron las señas de identidad de de Menchén Tomás mientras Malne subía a la pasarelas a princesas de cuento con sus vestidos de espalda al aire y sus transparencias románticas.
Los vestidos con flow, los escotes y los tres piezas de Roberto Torretta sirvieron de contrapunto al retrofuturismo de Ana Locking, con sus cowboys y cowgirls setenteros.
Ailanto planteó una bellísima comprensión de la fluidez romántica cuyo eje eran los estampados con motivos florales inspirados en el trabajo de la pintora norteamericana Jessie Arms Botke. Con ellos revisitaron todas las versiones posibles de la bohemia de lujo. Los hermanos Iñaki y Aitor Muñoz siguen demostrando su altura intelectual y estilística con colecciones redondas y sin subterfugios.
Devota & Lomba se rindió a la inspiración japonesa, las formas cocoon, las líneas puras y el blanco roto, mientras Ángel Schlesser, otro veterano de las pasarelas españolas, hacía una proclama de clasicismo renovado con trajes de chaqueta con levita, vestidos vaporosos y superposiciones en tonalidades neutras.
Agatha Ruiz de la Prada convirtió la pasarela en un mundo de chucherías. Nubes, pica-pica, gominolas, chupa-chups… Todo lo que cabe en la imaginación de un niño ávido de azúcar de colorines lo había transformado la diseñadores en vestidos para su colección de la temporada primavera-verano 2018. Una vez más, se rindió a los colores llamativos: no faltaron ni el rosa que le han arrebatado los millennials (ella fue la pionera en erigirlo en bandera antes de que muchos de ellos nacieran) ni el fucsia que es su seña de identidad. También había lazos, volantes, lunares, volúmenes difíciles y escorzos casi imposibles. Y un espíritu festivo que la diseñadora no pierde jamás pese a quien pese y que nosotros agradecemos hasta el infinito.
Francis Montesinos montó toda una selva para presentar sus propuestas tropicales. Y lo hizo al ritmo de las Azúcar Moreno, magníficas como dos versiones dark de Glinda, la bruja buena del Mago de Oz. También contó con intervenciones estelares de la actriz Esmeralda Moya, los top internacionales Rocío Crusset y Juan Betancourt, y la hija de Paloma Dominguín, Lucía Tristancho, que ya se estrenó en las pasarelas con Montesinos en la última edición de MBFWMadrid.
Ulises Mérida se encargó el viernes del pistoletazo de salida a la sección oficial de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid con siluetas trapezoidales, chaquetas evasé, tejidos lujosos y colores cálidos. El diseñador se supera cada temporada (y ya son 10) con propuestas cada vez más maduras, elegantes y de factura impecable.
El jueves, en la noche en la que tocaba elegir entre la multitudinaria fiesta de cumpleaños de Paula Echevarría o el arte por el arte de los diseñadores del Off de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, personajes como Javier Maroto, Carmen Lomana y Pedro Almodóvar prefirieron apoyar con su presencia el desfile de Palomo Spain. Y este les devolvió el favor con un show digno del cineasta manchego que ha llenado el castizo y torero hotel Wellington de huéspedes egregios: efebos gloriosos y divas soberbias vestidos con sedas, satenes, plumas y volantes. Todo, con un glamour que parecía sacado de una de esas míticas veladas en el Café de Flore de los años 70 en las que Yves Saint Laurent y Karl Lagerfeld se disputaban al amante de ambos, Jacques de Bascher, quien no habría desentonado en absoluto en Hotel Palomo, la nueva colección de la firma para la primavera 2018.
Después, Roberto Verino se atrevió con el 'see now buy now' que intentan imponer otras semanas de la moda y no será necesario esperar a la primavera para encapricharse de esos trajes de chaqueta plateados ni esos vestidos asimétricos. Todo lo que mostró en su desfile estará ya a la venta en sus tiendas.
Por la mañana Desigual había llevado el debate a la moda con su programación en El Paracaidista mientras María Clé lanzaba a la pasarela sus propuestas de siluetas originales y montajes complejos con el negro, el lamé de plata y los cuadros de Vichy XL como ejes de su discurso creativo.
Moisés Nieto, nuestro flamante Premio Nacional de Moda 2017, eligió el Real Jardín Botánico para mostrar sus piezas esculturales basadas en patrones disruptivos que muestran la elegancia de una mujer natural y de su tiempo. Desigual, María Clé, Chromosome Residence, ManéMané y Palomo Spain y Roberto Verino asombrarán con las suyas a lo largo del día.