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Turismo gastro: estos son los mejores bocadillos del mundo

Antonio Castillejo

Entre dos panes — Entre dos panes
En el siglo XVIII, al historiador inglés Edward Gibbons le sorprendió ver a dos nobles comiendo rosbif entre pan y pan. Uno de ellos era el conde de Sandwich. Más que sorpresa debió de ser disgusto por el hecho de que la nobleza comiera con las manos, porque poner la comida entre pan se hacía desde que el propio pan se inventara en la antigua Mesopotamia.

Bahn mi (Vietnam) — Bahn mi (Vietnam)
La fusión de las cocinas europeas –francesa, más concretamente- y orientales tiene en este bocata su máximo exponente. Un bocadillo hecho con pan baguette y relleno de los mejores sabores del sudeste asiático, como carnes marinadas, notas picantes, verduras encurtidas y mayonesa, llamado bahn mi. Lo que a priori parece un choque de civilizaciones algo estrafalario cobra sentido al probarlo.
Afortunadamente, no es necesario viajar hasta Vietnam para probar esta delicia. En Madrid ya hay un pequeño local especializado en estos bocatas. The Big Bahn los prepara con pollo marinado con lemongrass y encurtido de lombarda o de secreto de cerdo con salsa barbacoa china y encurtidos de zanahoria y daikon, entre otros. Y son deliciosos.

Bocadillos de pescado (Estambul) — Bocadillos de pescado (Estambul)
Los pequeños puestos de comida callejera a orillas del Bósforo, junto al puente Gálata, son una visita obligada en Estambul (casi tanto como la Mezquita Azul o Santa Sofía). El menú es fijo: un bocadillo de pescado, que puede ser caballa a la parrilla o sardinas asadas, servido con ensalada y algún encurtido.
Pura esencia de la tan de moda street food, se trata de uno de los bocados favoritos de los estambulitas, una delicia barata (no llega a los 2 euros) capaz de devolver a la vida a cualquier turista agotado tras una vista al Gran Bazar y el cercano mercado de las especias.

Sándwich Club (Nueva York) — Sándwich Club (Nueva York)
El famoso sándwich de tres pisos con pollo, bacón, lechuga, tomate y mayonesa, que tradicionalmente se corta en triángulos, es todo un clásico y sigue siendo uno de los preferidos por los neoyorquinos.
Este sándwich se preparó por primera vez a finales del siglo XIX en el famoso Saratoga Club-House, de donde le vino su denominación de Club Sandwich (aunque otras fuentes lo sitúan en el Union Club of New York City). Sea como sea, su origen está indiscutiblemente en la Gran Manzana. Después de un siglo, este bocado se toma a todas horas, aunque cada vez con más variaciones, adaptándose a las modas de cada momento, para desayunar, almorzar o como tentempié de madrugada en los delis de la ciudad (sí, esos que nunca duermen).

Choripan (Buenos Aires) — Choripan (Buenos Aires)
Orgullo nacional argentino, este bocata es mucho más que chorizo entre pan. Pensar lo contrario es no entender en absoluto la cultura argentina del asado. Tras asar el chorizo en la parrilla, se corta por la mitad, se coloca en panecillo crujiente y se riega generosamente con chimichurri.
Su origen está en las hogueras que hacían los gauchos en las praderas de las pampas que rodean Buenos Aires. En los asados de carne de estos vaqueros, el chorizo criollo que se comía entre pan era el protagonista. Poco a poco ha ido ganando popularidad, y hoy el 'chori', como se pide en Buenos Aires, es el rey de la comida callejera, de los asados familiares y de todos los acontecimientos deportivos. Es lo más pedido desde la Bombonera de Boca Juniors al Monumental de River Plate.

Bagel rellenos (Tel Aviv) — Bagel rellenos (Tel Aviv)
Son muy populares como street food en ciudades como Nueva York, pero tanto o más en las calles de Tel Aviv, donde se encuentran omnipresentes en panaderías, restaurantes y puestos callejeros. Sin embargo, su origen está en Europa, concretamente en Polonia. Fueron los emigrantes judíos quienes portaron los bagels allí donde les llevó su diáspora. Con forma de rosquilla, los bagels son, sin embargo, un tipo de pan, denso y crujiente, que se cuece primero y se hornea después.
Y se rellena, claro, igual que un bocata solo que en forma de rosquilla. Las posibilidades son tan infinitas como puestos y comensales hay en Tel Aviv. Ensalada, carne, fiambres, hummus, pescado...

Croque monsieur (Francia) — Croque monsieur (Francia)
Amantes como son los franceses del queso y los lácteos, un sándwich típicamente galo no podía elaborarse sino con una buena cantidad de queso, mantequilla y crema de leche o salsa bechamel en su defecto. Así es el croque monsieur, el sándwich que no falta en la carta de ningún bistró y que se elabora con pan de molde con una buena cantidad de mantequilla, jamón cocido y queso, cubierto de crema de leche o bechamel y más queso, generalmente gruyere, y gratinado. Este sándwich tiene su versión femenina, el croque madame, con un huevo frito por encima.

Francesinha (Oporto) — Francesinha (Oporto)
Es un sándwich, pero solo apto para valientes. Y muy hambrientos. No son pocos los turistas recién llegados a Oporto, de donde es tradicional, que piden una francesinha para reponer algo de fuerzas confundidos por el hecho de que sea un sándwich. Sí, lo es, pero se trata de un sándwich verdaderamente pantagruélico. Un filete de ternera o de lomo de cerdo, salchichas Fránkfurt, chorizo, algún embutido más y todo ello metido entre varios panes de molde, con queso por encima, gratinado y cubierto con una salsa picante elaborada a partir de tomate y pimentón. Con este plato como emblema, no es de extrañar que a los portuenses se les conozca también como 'tripeiros'.

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Actualizado: 17/02/2017 08:29

Están de moda, sí. Si hubo un momento en el que comer bocadillos podía parecer una forma poco saludable de comer o una salida para los más perezosos, ahora vuelven a la primera línea gastronómica. Y cada vez nos gustan más los bocatas elaborados: tras la fiebre por la hamburguesa de calidad, llega ahora la tendencia de unos 'entrepanes' gourmets y muy viajados. Repasamos algunos de los mejores del mundo.

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