Pocas han sido las imágenes que han trascendido del enlace entre Beltrán Gómez-Acebo y Andrea Pascual. Apenas ha habido rastro de invitados reales. Solo el Rey Juan Carlos fue fotografiado por los 'paparazzi' en el interior de un vehículo cuando se aproximaba a la residencia de su hermana, la infanta Pilar, donde iba a tener lugar la boda. Ni rastro de los Zurita, que ya confirmaron su ausencia, ni de Doña Sofía o los Reyes de España, que lógicamente también estaban invitados a la boda.
A pesar de que tanto la llegada de los asistentes como la de los novios se realizó con la máxima discreción, sí se pudo inmortalizar el momento en el que la novia, Andrea Pascual, se bajaba del coche nupcial. Lo hizo acompañada por su padre, Carlos Pascual, y visiblemente nerviosa.
Andrea eligió para su boda civil un vestido largo en crepé de seda de color blanco, talle bajo y adornos de bordado en un hombro diseñado por Isabel Núñez. Se decantó por esta profesional porque, además de amiga, se encarga de la comunicación de su firma. Como es preceptivo en un día como este, la novia llevaba algo nuevo, unos pendientes en cascada de brillantes de la firma San Eduardo; algo viejo, la sortija de zafiros que le regaló Beltrán el dia de la petición y que formaba parte de las joyas familiares de la infanta Pilar; y algo azul, que no se vio.