No se es rico de verdad si no se tiene un barco. Nuestro tenista y abanderado olímpico Rafa Nadal no es el único que ha adquirido un ‘juguete’ para surcar los mares lejos de miradas ajenas. Los tres millones que aseguran que le ha costado este yate de 23 metros de eslora (largo) se queda lejos de las cantidades que han desembolsado miembros de las familias reales europeas, jeques árabes, miembros de la 'jet set', 'celebrities'… Dicen los expertos en lujo que los 'ricos de verdad' están dispuestos a pagar por sus pasiones que ya no se miden en Ferraris o Aston Martins imponentes, sino en superyates: auténticas mansiones que surcan océanos y mares con diseños de lujo y camarotes firmados por los interioristas más reputados.
Ahí están los datos. El año pasado, los ultrarricos gastaron un 40% más en la compra de los más fabulosos y gigantescos yates según el Informe sobre Riqueza de Knight Frank. Co, una empresa de Monte Carlo que se dedica a la venta, alquiler y administración de yates, asegura haber vendido 16 superyates en 2015 con una longitud promedio de 47 metros de largo. La pasarela para lucir estas posesiones se da cita en los World Superyatch Awards, donde miden sus fuerzas esloras, para entregar una estatuilla con forma del dios Neptuno a las naves con mejor diseño. No podemos facilitarle la entrada a esta cita del lujo acuático, pero les mostramos algunos de los más increíbles que atracan en Puerto Banús, Ibiza, Mallorca y Galicia y los tres de la lista Top Ten internacional. Pasen, disfruten y sueñen. Sepan que algunos se alquilan, pero no quieran saber las cifras.