Cuando saltó la noticia de la ruptura de María Chávarri y Javier Soto –adelantada por Vanitatis– varias fuentes apuntaron a que tomar tan drástica decisión no había sido fácil para ninguno de los dos. Sin embargo, la diferencia de caracteres pudo con ese cariño y finalmente, esta primavera la pareja decidía emprender caminos por separado. Precisamente el camino de él, que es sobrino nieto de la duquesa de Alba, pasaba por centrarse en sus proyectos profesionales, en concreto, en la gestión del castillo conquense de Belmonte.
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