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Cospedal, Esperanza Aguirre o la infanta Elena se van a los toros en Sevilla

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Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. (Gtres)
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Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. (Gtres)

María Dolores de Cospedal. (Gtres)
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María Dolores de Cospedal. (Gtres)

Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. (Gtres)
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Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. (Gtres)

Victoria Federica y la infanta Elena. (Gtres)
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Victoria Federica y la infanta Elena. (Gtres)

La infanta Elena en las gradas y el duque de Alba al fondo. (Gtres)
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La infanta Elena en las gradas y el duque de Alba al fondo. (Gtres)

Rosauro Varo. (Gtres)
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Rosauro Varo. (Gtres)

Nuria González. (Gtres)
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Nuria González. (Gtres)

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. (Gtres)
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Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. (Gtres)

Esperanza Aguirre.(Gtres)
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Esperanza Aguirre.(Gtres)

Carlos Fitz-James. (Gtres)
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Carlos Fitz-James. (Gtres)

Ídolo de Sevilla. Y un mito, si cabe, porque pocos dudan de que él, el de La Puebla, ha sido quien ha recogido el cetro del toreo que Curro Romero cedió cuando hace unos años dijo adiós a los ruedos. Este domingo, Morante de la Puebla abría cartel en la Maestranza de Sevilla, por delante de Josemari Manzanares y del jovencísimo Roca Rey, un diestro que ha irrumpido en las ferias rompiendo todos los pronósticos. Nunca antes las entradas para Resurrección en el coso del Baratillo se habían cotizado tanto ni había sido tan difícil hacerse con una. Desde que se conoció el cartel que la empresa sevillana iba a presentar en tan señalada fecha, la demanda de localidades se disparó como no se recordaba en décadas. La taquilla colgó el 'no hay billetes'. Entre los que pudieron hacerse con entradas, se pudo ver a ministros y otros políticos y también gente guapa, además de aficionados dispuestos a dejarse seducir por un toreo caro que, finalmente, no llegó por culpa del juego de los toros.

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