Como todos los años, los concursantes deben superar la prueba semanal de las llamadas al extranjero. Belén Esteban se ha muerto de la risa cuando le ha tocado llamar a Londres e intentar convencer a la persona que se encontraba al otro lado del teléfono para que repitiera: “Soy Belén Esteban y yo, por mi hija, ma-to”. Todo ello con su peculiar inglés.