Aunque no lo quiera, Paula Vázquez no deja de generar noticias. En las últimas horas ha sido una de las televisivas de moda, después de que algunos medios la relacionaran con Pablo Iglesias, pero hace tan solo unos días salía felizmente a la palestra porque Movistar+ anunciaba la renovación de 'El puente' por una segunda temporada. Sus comentarios en redes y sus ideas, en ocasiones poco políticamente correctas, hacen que no pase demasiado tiempo sin que se hable de ella, algo que tampoco parece importarle demasiado.

La gallega ha hablado con EL CONFI TV del programa que "le ha cambiado la vida y le ha devuelto la ilusión por el entretenimiento, dejándole hacer esa tele que ella siempre ha querido ver". Vázquez, además, no ha dudado en hacer frente a algunas de sus últimas polémicas, como la que la enfrentó al director de Marca por criticar su portada sobre el triunfo de Mireia Belmonte en los mundiales de Budapest.

"Me cuesta morderme la lengua"

"Si soy una figura incómoda no lo hago con esa intención, es un poco más porque me aburro", bromea Paula sobre las comparaciones que en ocasiones le hacen con Wyoming Jordi Évole. "Yo siempre he sido así en mis redes privadas, no es algo nuevo, me cuesta morderme la lengua. Me dicen que estoy más reivindicativa pero no, cuando yo hacía el 'Euromillón' y tenía a Ana como azafata, el día que hizo falta otra azafata, pedí un chico. En este caso siempre que he podido he tratado de hablar de igualdad y he tratado de imponer igualdad en mis programas. Recuerdo cuando hacía los primeros programas de aventura y me decían 'tú te quedas en Madrid y que viaje un hombre' y yo decía 'qué hay que no pueda hacer yo' y decían 'es que te vas a mojar', digo 'bueno, también me mojo en Galicia", señala Paula Vázquez sobre sus comienzos.

"No me callo en los despachos. He sido incómoda"

Alejada de la pequeña pantalla durante unos años, Vázquez concluye que fueron varios factores los que la llevaron a ese periodo de descanso: "No me callo tampoco en los despachos y a veces he sido incómoda, pero no paré solo por eso. Ha habido una parte personal en la que yo necesitaba parar en mi vida, porque llevaba desde los 17 años trabajando y necesitaba parar y ver quién soy, hacia dónde voy y quién soy cuando la gente no me está mirando... y me ha venido muy bien este tiempo para coger fuerza y he dejado de vivir con los miedos de los demás", confiesa la gallega. Vivo con mis propios miedos pero no son los trolls de internet, me haría un hashtag que se llamara 'esperando hostias en tres, dos, uno", señala con humor.

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