La ruptura entre Iglesias y Kournikova fue una broma del cantante

O los suecos no tienen sentido del humor o a Enrique Iglesias le cuesta comunicarse en determinadas ocasiones. Tras declarar ayer en un diario nórdico que había roto su noviazgo con Anna Kournikova, noticia que recorrió medio mundo y ocupó grandes titulares, el cantante se arrepiente de sus palabras. Según la edición digital de la revista Hola, el anuncio de su ruptura fue una broma, un comentario en tono jocoso que el periodista que le entrevistó no entendió. Así, de momento, su relación con la deportista prosigue.

Esta anécdota tuvo lugar en Suecia, donde el artista está promocionando su último disco. De acuerdo con la versión de Hola, al preguntarle si estaba casado, Iglesias respondió de forma irónica “no, me acabo de divorciar”, unas declaraciones que el periodista interpretó como una confirmación de la ruptura entre el cantante español y la tenista. A esto hay que sumar unas palabras recogidas por Aftonbladet en las que el artista decía: “Estoy solo y sí, nos hemos separado. Ahora estoy solo, pero estoy OK. No tengo en nada en contra de estar solo”. Esto también fue otra de las bromas del cantante.

Iglesias y Kournikova se conocieron en 2002. El cantante contrató a la rubia tenista, una deportista que se ganaba la vida como modelo, para protagonizar uno de sus videoclips. Su amistad pronto se convirtió en relación y su noviazgo se prolonga ya cinco años, pese a los rumores de rupturas y bodas, con lo que siempre ha jugado a despistar a la prensa.

Hace unos años Anna fue fotografiada con un enorme anillo, que según la prensa se trataba del regalo de compromiso del menor de los Iglesias Preysler, que sin embargo siempre ha dicho que no se casaría con la rusa, pues estaban bien y una boda "no cambiaría nada" en su relación. La visita de Anna a la casa de Enrique en Madrid, para conocer a la familia del artista hace un par de años, aumentó también los rumores de boda.