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Eva Longoria, alérgica a sus fotos más ‘sexys’
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Eva Longoria, alérgica a sus fotos más ‘sexys’

A Eva Longoria, ahora que es una mujer casada, no le gusta tanto su lado sexy. Ya no es solo que tenga reparo para besar a

Foto: Eva Longoria, alérgica a sus fotos más ‘sexys’
Eva Longoria, alérgica a sus fotos más ‘sexys’

A Eva Longoria, ahora que es una mujer casada, no le gusta tanto su lado sexy. Ya no es solo que tenga reparo para besar a sus compañeros en el mundo del cine, sino que ha comenzado a experimentar una especie de alergia a sus fotos más sexys. Así lo demostró durante un evento de caridad en que la artista se negó a firmar un autógrafo sobre una imagen en la que aparecía en ropa interior.

La protagonista de ‘Mujeres Desesperadas’ fue requerida para un evento caritativo. Allí decidió plasmar su firma sobre algunas fotografías suyas a petición de los fans. Sin embargo, cuando llegó a una en la que posaba ligera de ropa, decidió cerrar el bolígrafo porque eso no era halagador, según la web ‘FemaleFirst.co.uk’.

“Cuando vio las fotografías, ella dijo: ¡No, yo odio esas! Pero estaría de acuerdo en firmar otras más en las que apareciera más recatada”, ha dicho una fuente allegada a la artista. Longoria, de 32 años, está obligada por su profesión a participar en numerosas escenas de sexo. Sin embargo, no disfruta nada con ellas. La actriz ha admitido que odia besar en la gran pantalla porque considera que se trata de algo íntimo. De hecho, no habla de este tema con su marido.

Eva Longoria se casó el pasado verano con Tony Parker, un jugador de baloncesto francés que trabaja en la NBA. La actriz ha estado en España las últimas semanas para apoyar a su marido en los partidos de la selección francesa de baloncesto. La pareja tiene pensado instalar su residencia definitivamente en Texas, donde está domiciliado el equipo de Parker.

A Eva Longoria, ahora que es una mujer casada, no le gusta tanto su lado sexy. Ya no es solo que tenga reparo para besar a sus compañeros en el mundo del cine, sino que ha comenzado a experimentar una especie de alergia a sus fotos más sexys. Así lo demostró durante un evento de caridad en que la artista se negó a firmar un autógrafo sobre una imagen en la que aparecía en ropa interior.