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El Rey y Marichalar se ven las caras el lunes
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El Rey y Marichalar se ven las caras el lunes

Tras la confirmación del “cese temporal de la vida conyugal”, eufemismo utilizado por la Casa Real para anunciar la separación matrimonial de la Infanta Elena y

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El Rey y Marichalar se ven las caras el lunes

Tras la confirmación del “cese temporal de la vida conyugal”, eufemismo utilizado por la Casa Real para anunciar la separación matrimonial de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, las reuniones o apariciones familiares del resto de los Borbones han sido escasas por no decir nulas. Cada uno se ha enfrentado a la noticia como mejor ha podido o sabido. La Infanta Elena, como en los toros, silencio y vuelta al ruedo cuando dejó a sus hijos en el colegio. Su hermana, desde Barcelona, se limitó a contestar a pie de calle y con monosílabos. Los Príncipes de Asturias estuvieron a su bola en China y el duque de Lugo, en su casa y dejándose ver lo mínimo. No es cuestión de exhibirse, pero tampoco de esconderse.

Una de las consecuencias colaterales de la separación lo ha sufrido el cavalier king charles spaniel, que por el momento no tiene quien le saque a pasear por el barrio de Salamanca. Para el duque, esos paseos con su perro eran una manera de encontrarse a sí mismo. Es lo bueno que tienen los animales domésticos, dan cariño sin pedir nada a cambio. Aseguran que la línea a seguir, o mejor dicho, las pautas que marca la “autoridad competente” tanto para los protagonistas de la noticia como para el resto, es “normalidad, normalidad, normalidad” (que diría Anguita).

Cuando la Infanta le comunicó a su padre (por tercera vez) la decisión de separarse, parece que hubo un cónclave donde los interesados colocaron sus cartas. A partir de ese día, los encuentros familiares han sido mínimos y como en los álbumes siempre faltaba un cromo. Sin ir más lejos, en el viaje que la Reina Sofía, los Príncipes de Asturias con Leonor y los niños Marichalar realizaron el puente pasado a Barcelona no estaban ni la Infanta Elena ni Jaime. Aunque tampoco estaban juntos. Él voló a Nueva York y ella se quedó con sus caballos.

Pero el lunes que viene sí habrá encuentro entre el Rey y su por ahora yerno. Será en la inauguración de la exposición ‘Fabulas de Velázquez’, donde los dos se verán cara a cara. Los testigos serán Plácido Arango, el director del Prado Miguel Zugaza y Esperanza Aguirre. El duque de Lugo es el presidente de la Fundación AXA Winthertur. Esta institución mantiene un convenio marco de colaboración con la pinacoteca en temas de grandes exposiciones como la que presidirá don Juan Carlos el próximo 19 de noviembre. Jaime de Marichalar estará presente en el acto. Los gestos y las miradas lo dirán todo.

Tras la confirmación del “cese temporal de la vida conyugal”, eufemismo utilizado por la Casa Real para anunciar la separación matrimonial de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, las reuniones o apariciones familiares del resto de los Borbones han sido escasas por no decir nulas. Cada uno se ha enfrentado a la noticia como mejor ha podido o sabido. La Infanta Elena, como en los toros, silencio y vuelta al ruedo cuando dejó a sus hijos en el colegio. Su hermana, desde Barcelona, se limitó a contestar a pie de calle y con monosílabos. Los Príncipes de Asturias estuvieron a su bola en China y el duque de Lugo, en su casa y dejándose ver lo mínimo. No es cuestión de exhibirse, pero tampoco de esconderse.

Infanta Elena