Henar Ortiz, proveedora real

Página web, reportajes en revistas del corazón (esas que tanto le disgustan a su sobrina), declaraciones en programas televisivos (que por supuesto también detesta su sobrina al no tratarse de telediarios), son, por ahora, algunas de las actividades mediáticas de Henar Ortiz. La tía de la Princesa de Asturias ha irrumpido en el panorama del colorín con la misma fuerza que Paris Hilton en la cárcel de Lynwood. Hasta el momento, una de las características de los Ortiz, por un lado, y los Rocasolano, por otro, era su discreción en el sentido de no hacer de la relación colateral un negocio. Al menos públicamente. Otra cosa era que ciertos elementos intentaran adorar el santo por la peana y se convirtieran en aduladores oficiales del clan asturiano.

Las imágenes para el recuerdo de los abuelos Menchu y José Luis, la tía Henar con su hija en la puerta de la Casita Encantada de Sardeu recibiendo al Príncipe Felipe y su prometida Letizia no hacía presagiar que uno de ellos se convertiría en el nuevo referente de la moda, las tendencias y el diseño universal. Las declaraciones de la propia interesada en varios medios así lo han demostrado. Lo curioso del caso es que Henar Ortiz era una total desconocida en el mundo en el que ahora se desenvuelve como pez en el agua hasta que su sobrina no emparentó con la Familia Real. De hecho, en las quince ediciones de ‘Casa Decor’, el escaparate donde los mejores decoradores exponen sus creaciones, no se le ha visto el pelo. Posiblemente el año que viene y gracias a su relación familiar la veamos decorando ella solita todo el edificio al lado de las grandes figuras como Jaime Fierro, Rosa Bernal, Paco Muñóz, Isabel López Quesada, Luis Gallusi, Nacho Polo, Pascua Ortega, Lorenzo Castillo, Teresa Sapey, Ramiro Joffre o Pilar Líbano. Todos ellos son habituales en las revistas de decoración y tendencias exclusivamente por su profesionalidad y no por su audacia.

El caso de Henar Ortiz, que ha irrumpido sin que nadie la obligue o presione en la vida pública y mediática, sería comparable a la de Jaime de Mora y Aragón, hermano de la que fuera reina de los belgas. Jaime era un hombre divertido y con mundo sabedor de que su apellido no sólo le abría puertas, sino que le procuraba dinero. En el caso de nuestra protagonista, y siempre según las declaraciones públicas que ha realizado, con ese punto de arrogancia común a su sobrina real (cuando era prometida, de princesa no la volví a tratar), avisa que es consciente de las trabas que se va a encontrar. En la tele dijo algo así como que pasaría lo mismo si fuera cocinera. Como decía el anuncio “va a ser que no”.

“El mundo Henar” no existiría si previamente no hubiera florecido “El mundo Leti”. De hecho, el cambio de imagen (como se aprecia en la foto) ha sido casi tan espectacular como su meteórica carrera. Hasta este momento poco se sabe de su trayectoria profesional. Incluso en su página web tampoco se habla de sus comienzos y se echa de menos un perfil biográfico como tienen los grandes artistas. Quizá la única referencia, aparte de los abalorios con su firma y los bolsos con el logo familiar colgando en plan arma defensiva que luce últimamente la Princesa Letizia, sea su aparición como “principesca Henar” en el programa de la Feria Pitti Imaggine Uomo de Florencia a finales del año pasado y que tanta controversia creó. Aseguró en las declaraciones al programa ‘Esta pasando’ que se trataba de una confusión y que en cuanto se enteró intento subsanar el error. Lo llamativo de esta respuesta es que tardó meses en enterarse. A pesar de convertirse en España en un tema de primer orden de tertulias parecidas a las que ahora le gustan intervenir, ella vivía en su mundo y sin enterrase de que era “título”. Seguramente estaría escribiendo ensayos como asegura en la entrevista de la revista ¡Hola!.

Flaco favor le hace Henar Ortiz a la sobrina regia con esta nueva faceta de trend setter internacional. Aunque no hay mal que por bien no venga. Resultaría adecuado que asesorara a su querida sobrina y de esa forma podría convertirse en “proveedora oficial de la Real Casa”.