Los niños más influyentes de Hollywood

Aunque no trabajan en el cine ni en la publicidad son famosos desde el mismo día que nacieron. Una imagen suya vale millones en el mercado rosa. Son, simplemente, los hijos de los principales actores de Hollywood. Y dentro de ellos la reina es Shiloh, la hija de Angelina Jolie y Brad Pitt. Así se desprende un estudio elaborado por la revista Forbes sobre los bebés con más influencia en todo el mundo, todos ellos menores de cinco años.

Shiloh tiene apenas un año y casi no sabe hablar. Nacida en Namibia por expreso deseo de su madre, la primera exclusiva de la pequeña, con pocas semanas de vida, fue vendida a la revista People por más de un millón de dólares, dinero que sus padres donaron a varias organizaciones no gubernamentales. Aunque las fotos públicas de la niña son escasas, ella y su familia siempre tienen una legión de paparazzi detrás.

La segunda niña más influyente de Hollywood es Suri Cruise. La pequeña es la primera hija de Katie Holmes y Tom Cruise. Al igual que el bebé Jolie-Pitt, el mundo la conoció gracias a una suculenta exclusiva. Siempre acompaña a su madre a cualquier rincón del mundo y viste ropa de marca de los principales diseñadores de mundo.

El tercer puesto lo ocupa Zahara Jolie-Pitt, la niña que Angelina Jolie adoptó en Kenia. Y es que este bebé, nacido en 2002, se ha ganado el corazón de la prensa internacional por su apariencia frágil. Incluso se ha hecho más famosa que sus hermanos chicos. Hace poco, su madre biológica salió en los medios de comunicación orgullosa de que su hija se criara con los Jolie-Pitt, que tienen a su hijo Pax en la quinta plaza.

Pero también hay otros niños con influencia en Hollywood. En la lista también aparecen Sean Preston Federline, el primogénito de Britney Spears que vive con su padre por decisión de un juez; Sam Alexis Woods, la niña del golfista Tiger Woods; David Banda, el hijo que adoptó Madonna con polémica incluida; Danielynn Birkhead, la multimillonaria hija de la fallecida Anna Nicole Smith; y Romeo y Cruz Beckham. Mientras el padre David no encuentra su sitio en Estados Unidos, sus hijos parecen más integrados.