Chávez y Campbell no son 'Sarko' y Bruni

¿Recuerdan aquel anuncio de unas patatas fritas que decía que ‘cuando haces pop, ya no hay stop’? Pues parece que las relaciones amorosas entre jefes de estado y top models siguen esta máxima. Aparece una y de repente, como si de una teoria conspiranoica se tratara, todo el mundo cree ver este tipo de affaires en cualquier esquina del planeta.

Después del romance supersónico entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la modelo franco-italiana Carla Bruni, todos los medios giraron sus cabezas hacia Venezuela, lugar en el que había surgido una más o menos íntima amistad entre Hugo Chávez y la top Naomi Campbell.

El motivo del encuentro había sido una entrevista que Campbell realizó al mandatario para la revista GQ de la que ambos salieron profundamente impresionados. Él cayó “rendido a sus pies”, según el periodista Nelson Bocaranda, del diario caraqueño El Universal. De acuerdo con esta versión, ella tampoco habría podido resistirse a los encantos del jefe de la república bolivariana y dijo de él que “su papel será siempre el de un ángel rebelde”.

¿Romance a la vista? Si ‘Sarko’ y Bruni pudieron, ¿por qué no van a poder Chávez y la diosa de ébano? Diversos medios latinoamericanos han especulado desde el anuncio de la publición de la entrevista con la posibilidad de que lleven dos meses saliendo.

Naomi intenta limpiar su imagen pública desde que hace unos meses fuera condenada por un juez a limpiar un edificio público por lanzarle un teléfono móvil a una de sus empleadas. Ser la primera dama de la revolución bolivariana podría servirle para convertirse en una nueva Evita (aunque para este caso sería más apropiado usar chamita, término común en Venezuela para referirse a las mujeres), pero parece que el rumor no le ha hecho demasiada gracia.

Un portavoz de la modelo ha desmentido tajantemente el rumor: “La entrevista era un retrato serio para una revista potente y respetada y no un encuentro banal entre celebridades. La conversación fue sustancial y los asuntos tratados versaron substancialmente sobre la visión del señor Chávez para Venezuela. Sugerir que fue algo más que una situación profesional es poco honrado y subestima a las partes afectadas”.

O sea, que nada de nada. Chávez seguirá soltero (ha tenido dos esposas y dos divorcios) y Campbell seguirá soñando con Robert De Niro, su gran amor, aunque si para desgracia del mundo algún día se decide a retomar su carrera musical (ya publicó Babywoman en 1995) podría grabar No llores por mí, Venezuela. Tendría su aquel.