El regalo de Rocío Carrasco a Amador

Era su coche fetiche, un Mercedes plateado en el que Rocío Jurado se desplazaba habitualmente y que ha pasado a manos de su hermano Amador. El vehículo estaba hasta ahora en el garaje de Rocío Carrasco sin que nadie lo utilizara. Sin embargo, tiene nuevo dueño.

Amador le dijo a su sobrina que le haría mucha ilusión disfrutar del coche, por sus connotaciones personales. Rocío le dijo “toma es tuyo, cógelo”. Según ha asegurado a Vanitatis.com el hermano de Rocío Jurado, “en este vehículo viajaba la artista. Tenía ahí sus santos colgados. Conducía yo el Mercedes y supone para mí una reliquia, un recuerdo imborrable de mi hermana”.

Hay quienes han dicho que éste podría ser un regalo envenenado dadas las relaciones distantes entre tío y sobrina. Amador puntualiza: “Nuestra relación es buenísima. No se por qué se dicen esas cosas. Es muy colaboradora en todo, en la herencia y en cuestiones personales”.

Precisamente se ha achacado a la hija de Jurado que las naves que su madre dejó en herencia a Amador y a su hijo todavía no estén a su nombre. Amador puntualiza que “las naves pertenecen a una sociedad que administra Rocío Carrasco. En esa sociedad están otros bienes de mi hermana como las cuestiones musicales y ella no va renunciar nunca a ello”. Es más, el represente artístico añade que “poner las naves a mi nombre supondría pagar unos 50 millones de pesetas, muy caro, pero mi sobrina firma cualquier papel referente a su gestión para que yo no tenga ningún problema”. De hecho, estas naves situadas en cerca de Madrid estaban alquiladas antes de la muerte de la artista. “Si yo necesito renovar el contrato o hipotéticamente pedir un crédito como garantía a un banco, Rocío no tiene inconveniente en firmar los papeles”, ha reconocido.

Amador Mohedano además está muy feliz estos días porque su hija será la pregonera de los carnavales. Rosario leerá el pregón de estas fiestas tan características el próximo 2 de febrero en Chipiona, tierra natal de la familia.