Al Príncipe no se le atraganta el pastel

El Príncipe de Asturias pretende superar a su padre. Si el Rey dio hace unas semanas una magistral y multitudinaria fiesta para celebrar su 70 aniversario, don Felipe no se ha quedado atrás. Para regocijo de la prensa rosa, ha abierto las puertas de su casa para mostrar su lado más familiar. Y todo porque soplará las velas de su 40 cumpleaños. Por ello, la familia real, para desgracias de muchos famosos con ganas de notoriedad, copan las revistas del corazón. Incluso la portada de Hola tiene tintes regios pese a que se sale del tiesto y presenta, en exclusiva eso sí, el entrañable cumpleaños de Urdangarín. Así todo queda en casa.

El álbum familiar de los Príncipes de Asturias ha conmocionado a las revistas del corazón. Y no es para menos. Es la primera vez que los Príncipes de Asturias abren las puertas de su casa, con su mesa camilla, su sillón y su jardín privado. Quizás por ello todos sean alegatos a favor de su actitud, ya vista en otras casa reales europeas. Imágenes hogareñas, muchas fotos, poco texto, demasiado trabajo, padres normales, niñas que leen cuentos…. Todo para definir el día a día de una pareja atípica por mucho que se empeñen. Tampoco hay que olvidar que don Felipe cumple 40 años, por lo que se multiplican los perfiles del príncipe así como los paralelismos. Según Hola, hará una fiesta privada en casa sólo para los amigos. Esas fotos seguro que no las regala.

En Hola, también se soplan otras velas: las del cumpleaños de Urdangarín. Todos se reunieron frente a la tarta en una fiesta sorpresa que el marido de la Infanta Cristina desconocía. “Ha sido un complot”, acertó a decir. Sólo faltó el Rey, aunque quizás le llevaron un trocito de pastel en un tupper. Esta noticia se queda en nada si la comparamos con la exclusiva de Carmen Martínez-Bordiu. Subiéndose al oportunista carro de la fama, dice que se parece a la fallecida Benazir Bhutto. Para demostrar su teoría se viste, se maquilla y se peina igual y además amenaza con protagonizar una película basada en la vida de la política. Lo que hacen algunas por ganar algo de dinero.

En Lecturas todo parece de color de rosa, y no sólo por el abriguito de Leonor de su portada. Como si fuera una princesa, aparecen todas las fotos de la boda de Katherine Heilg, más conocida por su papel de Izzy en la serie ‘Anatomía de Grey’. Aunque las fotos son bonitas, con sus besos, abrazos y risas, la pareja ya hace un mes que se casó. Tampoco pierde la sonrisa Paula Echevarría. Y es que la mujer de Bustamante no para de dar entrevistas desde que desveló su embarazo. Suerte que no cobra por hablar, porque si no muchos se habrían arruinado por escuchar siempre lo mismo. Pese a que no espera a la cigüeña (eso sería una gran exclusiva), la díscola Eugenia Martínez de Irujo sigue paseándose con Gonzalo Miró. Ambos, como siempre, fueron a comer a un restaurante donde fueron pillados a la entrada y la salida. Ellos, por si acaso, no hablan. Tampoco hace falta.

Enésima oportunidad

O disimulan muy bien o su relación es un tormento. Arancha de Benito y Guti se han dado otra oportunidad. Ambos, por separado, asistieron al cumpleaños de su hijo donde se saludaron con un beso. ¿Hasta cuándo durarán sin volver a tirarse los trastos a la cabeza? Un gran misterio. Por otro lado, Mary de Dinamarca moderniza la monarquía. La joven aparece en Diez Minutos como una recluta más, vestida de militar y con un fúsil entre los brazos. Difícil será ver a las Infantas o la Princesa Letizia haciendo prácticas en la Benemérita.

En Semana, los Grimaldi se van al circo. Estefanía, Carolina y Alberto se vistieron de gala para ver de primera mano los leones, payasos y demás bichos. Tampoco faltaron los niños y la callada Charlene Wisttock, que todavía espera a que el soberano monegasco la lleve al altar. Qué familia, hasta para ir al circo se colocan sus mejores vestidos. Por otro lado, Salma Hayek comienza a presumir de hija. La actriz, a dieta para recuperar su anterior figura, ha sacado de paseo a su pequeña por Los Angeles. Para cerrar la fotografía solo faltaba su novio, el hombre más rico de Francia que, por supuesto, vive en París. Qué pena que no haya puente aéreo entre ambas ciudades.