Guerra de suegras entre Sarkozy y Bruni

Aunque hasta ahora las suegras presidenciales siempre habían permanecido en un quinto plano, en la relación entre Nicolas Sarkozy y Carla Bruni todo es distinto. Por primera vez, sus respectivas madres han osado a hablar para los medios de comunicación. Y no lo han hecho para explicar cómo va el país o para defender la política social del presidente galo. Simplemente, han decidido, en mensajes cruzados, opinar sobre esta aventura exprés que ha acabado en matrimonio.

Durante semanas, tanto Adrée 'Dadou' Sarkozy como Marisa Borini han intentado aclarar la postura de sus respectivos hijos en una guerra partidista. A los dos meses del divorcio de Cecilia y Nicolas, cuando Carla Bruni todavía era un espejismo, Adrée Sarkozy concedió una entrevista tranquilizadora para aclarar que creía que a su hijo le iban a llover las pretendientes, aunque le aconsejaba que no volviera a casarse porque estaba “harta de bodas”. Aunque erró en sus predicciones, también tuvo tiempo para tildar a su ex nuera de “fría”.

Y en esto estábamos cuando apareció en escena la madre de Carla Bruni. Antes del enlace matrimonial, Marisa Borini, que intentó colarse en un viaje oficial del presidente al Vaticano, allanó el terreno a su hija. Confesó que podría llegar a ser una buena primera dama y que la pareja vivía una “auténtica historia de amor”. A través de una entrevista concedida en Le Parisien, pidió que a su hija le dejaran un lugar y tiempo para escribir sus canciones y dedicarse a su música.

Pero un día, Carla Bruni y Nicolas Sarkozy se dieron el ‘sí quiero’ en el Elíseo. A Adrée Sarkozy parece que no le gustó la idea. Esta mujer, de 81 años, reconoció que su hijo era igual que su padre, con fama de mujeriego. Paul Sarkozy ya se había casado varias veces y residía con su última conquista en Ibiza.

Tanto la suegra de Sarkozy como la de Carla Bruni tienen algo en común. Proceden de buenas familias y se casaron con personas de clase alta. La señora de Sarkozy contrajo matrimonio con Paul Sarkozy, un aristócrata húngaro, mientras que Borini optó por un hombre de negocios italiano que adoptó legalmente a la modelo. Su padre biológico es un empresario italiano afincado en Brasil. Sin embargo, no se conocieron hasta muchos años después. Lo dicho. En esta relación, nada parece lo que es.