Chacón pasó frío en la entrevista con ‘Elle’

“A mí todo el mundo me pregunta por Rajoy o Zaplana. Y yo estoy deseando que me hablen de pañales”. Carme Chacón, mujer embarazada, ministra y candidata en las elecciones del 9 de marzo, expresa en el último número de la revista Elle sus sentimientos acerca de la maternidad, de la política y hasta de la erótica del poder.

La cita era en Barcelona, en un hotel a las afueras de la ciudad. Los responsables de la revista habían tenido que trabajar duro para lograr coordinarse con el gabinete de Chacón y concertar el encuentro. En una sola sesión, la ex vicepresidenta del Congreso y ministra de Vivienda contestó a las preguntas de la periodista Paloma Leyra y posó para el fotógrafo de la revista con sus sobrinos. Sin embargo, la climatología no acompañó todo lo que hubiera sido deseable. La ministra pasó algo de frío, pero aguantó como una profesional.

Se trataba de un día bastante frío en la costa barcelonesa y lo que en principio iba a ser una larga sesión fotográfica a pie de playa paseando por la arena tuvo que verse reducido a una serie de instantáneas en los jardines del hotel. Chacón no deja de lado su salud en estos meses y permanecer tanto tiempo a la intemperie habría sido una acción un tanto arriesgada.

Consciente de su estado pero sin dramatizar sobre él, la número uno en la lista del PSC-PSOE por Barcelona para los próximos comicios piensa que “la maternidad no es una enfermedad sino un estado maravilloso que, además, te da mucha energía y ganas de luchar”. En la entrevista confiesa que la primera persona en su partido que conoció la noticia de su estado fue el presidente del Gobierno, y que Zapatero siempre se refiere al nasciturus como “nuestro niño”.

Esa “energía y ganas de luchar” se dejan ver en la sesión fotográfica en la que Chacón, se muestra desenfadada con un vaporoso traje premamá en tonos beige, para lo cual no necesitó de los estilistas de Elle: sus propios asesores de imagen se encargaron de escoger la ropa.

Chacón, en cualquier caso, no cree que la belleza sea algo que puedan fabricar los asesores de imagen como por arte de magia: “Supongo que mi aspecto no tiene nada que ver con la belleza, sino con el conjunto, con la luz que uno emite”, afirma convencida. Tan segura está que ni siquiera realiza una dieta especial: al terminar la sesión de fotos, la ministra compartió con el equipo de profesionales de Elle el catering que había sido encargado.