Las mellizas de la baronesa ya tienen "cara"

Carmen Cervera inauguró en el cortijo de Miraflores de Marbella la exposición de sus grandes e incondicionales amigos, los pintores Juan Alberto Soler Miret y Mercedes Lasarte. Los dos han permanecido junto a Tita en los momentos más duros de los desencuentros con la nuera y el hijo, tendiendo puentes e intentando suavizar la ira de la baronesa.

Juan y Mercedes han sido paño de lágrimas, pero también una especie de pintores de corte. Por eso, no ha sorprendido que las primeras imágenes públicas que vemos de las mellizas sea a través de un lienzo de Soler que Carmen ha querido que estuviera colgado en un lugar importante. De esa manera, daba respuesta a varias cuestiones: una, enseñaba a las niñas que algunos dudaban que existieran; otra, despertar el interés mediático de la exposición; y la tercera, y quizá la más subjetiva, demostrar -como dice- que las mellicitas tienen “aire de familia”. Aunque si se analiza la imagen con quien tienen parecido Sabina y Carmen es con algunos oleos de la corte de Luis XIV.

Así, de esta forma tan especial y sin exclusivas de por medio ha presentado a sus hijas. En la exposición, Borja también aparece con su propio desarrollo vital. Durante los últimos veinte años Soler y en menor medida Lasarte, han plasmado en su obra imágenes familiares y cotidianas de la familia Cervera Thyssen que los dueños repartían y colgaban por las mansiones de medio mundo. Unas veces han sido retratos de cada uno de ellos en tiempo real y otras recreaciones de situaciones cotidianas emulando a lo que hacía Velázquez con el Infante Baltasar Carlos o Goya con la familia de Carlos IV.

En la exposición se puede ver la evolución de cada uno de ellos. Por ejemplo, de Borja desde que era un niñito de siete años con el pelo rubio y cortado a lo tazón hasta el momento en que se convierte en un joven que aún admitía los consejos de mamá. Aunque lo más llamativo ha sido un mural que siempre adornó las paredes del casoplón de La Moraleja que sitúa a los Thyssen-Cervera como si fueran los protagonistas de Lo que el viento se llevo. El lienzo nada tiene que envidiar a un fotograma de ‘Los Siete Robles’ con Escarlata, Aslhey, Melita y Red Butler como inspiración pictórica.

En la obra aparece Carmen, el barón sujetando a dos panteras que fueron sus animales de compañía, el hermano Guillermo y su esposa, el sobrino a lomos de un corcel blanco como si fuera el príncipe valiente de Disney, la abuela Carmen bajo una palmera emulando a la Doña de la hacienda, el hijo Borja sujetando a una cotorra que durante muchos años fue su mascota preferida y hasta aparecen dos sirvientes cuyas caras coinciden con dos empleados españoles de origen guineano que trabajaron en la casa de Madrid. Esta recreación, junto al cuadro de las mellizas, ha sido quizá lo más llamativo y comentados. Ninguno de ellos está a la venta y forman parte de la colección privada y sentimental de la baronesa.