Elsa Pataky, ¿producto de marketing o estrella de cine?

Aunque ni fue Miss España ni tiene un Oscar en la estantería de su casa, Elsa Pataky es una de las actrices más prestigiosas de nuestro país, y no por sus méritos cinematográficos sino por su particular belleza. Esta española de origen rumano ha conseguido que su físico eclipse sus interpretaciones, algo muy rentable a sus inicios y que puede asegurarle una buena taquilla, pero que evita el reconocimiento profesional al que todos aspiran.

Si a una persona se le pregunta qué piensa de Pataky, automáticamente contesta que es una chica muy guapa. Pocos la recuerdan por sus interpretaciones o por un determinado papel que haya hecho despegar su carrera. Y es que, en otros muchos casos identificamos a determinados famosos por sus personajes más que por su físico, que siempre aportan más de la propia persona. Pero, ¿cómo consiguió Elsa Pataky convertirse en el mito sexual de todos los españoles?

Elsa Lafuente Medianu nació en 1976 en Madrid. Hija de una familia rota -sus padres se separaron cuando era una niña- por su cuerpo corre sangre rumana y húngara. La pequeña Elsa descubrió su pasión por la interpretación gracias a su abuelo, de quien tomó su apellido como homenaje. Decidida a ser una gran actriz, comenzó sus estudios de arte dramático, lo que le permitió participar en algunas obras de teatro. Y así estaba hasta que la serie ‘Al salir de clase’ se cruzó en su vida. No sólo le permitió tener una oportunidad en la pequeña pantalla, sino que de la noche a la mañana se convirtió en una estrella. Su participación duró poco porque enseguida le comenzaron a llover las ofertas. Al mismo tiempo su físico se comenzó a transformar, según algunos por la magia del bisturí.

Tras unos inicios flojos, consiguió un papel en El arte de morir, donde también se dieron a conocer otras estrellas prometedoras. A ella le siguieron una serie de comedias facilonas sin grandes pretensiones y su vuelta a la televisión con ‘Los Serrano’. Y dando tumbos estaba cuando José Luis Garci se cruzó en su vida. Primero protagonizó Tiovivo c.1950. Después le ‘regaló’ el papel de Ninette en la película basada en la obra de Miguel Mihura. Las críticas fueron demoledoras. Casi tuvo más impacto el cartel en el que se le veía el trasero que su cuidada interpretación. Posteriormente, Garci intentó repetir éxito con la actriz, pero ella declinó volver a trabajar en el cine nacional, que también se le quedaba pequeño pese a no haber recibido ni una nominación a los Goya.

Reina de la publicidad

Pero más que por sus participaciones cinematográficas, Elsa ha acrecentado su fama a golpe de talonario. Y es que son más famosas sus apariciones en las revistas femeninas y masculinas y su promoción de determinados productos que sus papeles. Prestó su imagen para anunciar la Guía Campsa, para vender helados, para comercializar champúes. Y qué decir de su aparición en determinados medios. Su ‘robado’ en Interviú, aquel en el que nos enseñaba los pechos, fue un ‘boom’ que permitió agotar la publicación. En España, Pataky es un sex-symbol que siempre ocupa grandes portadas, algo que sabe manejar con maestría.

Pero si su vida profesional está inevitablemente ligada al marketing y la publicidad, su vida personal está ligada a la polémica. Tras un largo noviazgo con el piloto Fonsi Nieto, la pareja rompió y él se casó con otra. El siguiente en el puesto fue Michael Youn, un cómico francés que la ridiculizó en público tirándola del pelo. Posteriormente, la engaño con otra chica.

Todo cambió cuando Adrien Brody se cruzó en su vida. La actriz le conoció por casualidad justo en el momento en que pensaba triunfar en Hollywood. Pataky se trasladó a Los Angeles, donde sólo ha conseguido rodar una película. Si bien aquí su físico es espectacular, en Estados Unidos, lleno de rubias de ojos claros, no encuentra su hueco. Pese a estar volcada en su carrera en Norteamérica, no encaja en los papeles de hispana que tan buen resultado le han dado a Penélope Cruz o Paz Vega, lo que le ha obligado a participar en producciones hispanas y en filmes italianos. Además, su escaso 1,60 metro de altura tampoco ayuda mucho. Sin embargo, de la mano de Brody se ha paseado por todos los festivales de cine. Al fin y al cabo, sigue siendo una chica anuncio.