"Mi hijo estudia oyendo a Rocío Jurado"

Lo tiene totalmente decidido: José Ortega Cano no volverá a torear, a no ser que sea por causas benéficas o en festivales. Y buena culpa de esa prematura retirada la tienen sus dos hijos, quienes, según el viudo de Rocío Jurado, “me han pedido que me retire, y ya es hora de dedicarles todo el tiempo que se merecen”. Ortega, no obstante, es un hombre solidario, y le veremos en algunos espectáculos taurinos durante este año.

Pero, los que le conocen bien, cuentan que el veterano torero ha encontrado la tranquilidad espiritual y personal en su finca de Sevilla, al lado de sus niños y ocupándose de su ganadería. Este año ya ha vendido buena parte de sus astados para que sean toreados en distintas plazas de España, tal y como ocurrirá en Madrid en los próximos días.

Y lo que no se le va de la cabeza es el recuerdo de la mujer que tanto ha marcado su vida: Rocío Jurado. El lunes, día 31 de marzo, estuvo en Chipiona y se acercó al cementerio para llevar unas flores a la tumba de la cantante. José confiesa a Vanitatis.com que “jamás se me irá de la cabeza el recuerdo de Rocío, todo lo que me dio en vida, los momentos tan felices que pasamos juntos”.

Ahora, la única mujer que ocupa su corazón es su hija Gloria Camila, de la que cuenta emocionado que “tiene madera de artista”. A Ortega se le cae la baba cuando habla de su niña. La mima con esmero, la lleva y la trae del colegio cada día, y se emociona cuando “la oigo entonar las canciones de su madre”.

De su hijo, José Fernando se alegra de que esté encauzando con bien pie los estudios. Y pide a Dios, que “no se le ocurra nunca decirme que quiere ser torero”. Además, al niño le gusta ponerse las canciones de su madre para estudiar. Nadie olvida a Rocío Jurado.