Sean Penn y Robin Wright paralizan su divorcio

Robin Wright ha perdonado a su ex marido Sean Penn. La pareja, que se separó a finales del año pasado, ha paralizado sus planes de divorcio, según cuenta la revista People. Parece ser que se han dado una segunda oportunidad pese a que durante este tiempo el afamado actor y director ha coqueteado con otras rubias de postín. Y es que donde hubo fuego siempre quedan rescoldos.

Penn, de 47 años, y Wright, de 42 años, iniciaron los trámites de divorcio el pasado mes de diciembre tras once años de feliz matrimonio. La noticia causó una gran conmoción ya que se trataba de una de las parejas más estables de Hollywood. Sin embargo, ahora han decidido dar marcha atrás y han presentado un papel en el juzgado para paralizar la disolución legal de su matrimonio. La primera audiencia para aclarar el caso se iba a celebrar este mismo mes.

En las últimas semanas, la pareja, que tiene dos hijos en común, había sido vista junta. Hace unas noches acudieron a un concierto de Eddi Vedder en San Francisco, donde tienen fijada su residencia oficial. Vedder es un gran amigo de Penn y, por supuesto, de su esposa, por lo que a nadie extrañó su asistencia al acto, aunque sí que se produjera del brazo de su mujer.

Las razones de la separación de la pareja nunca estuvieron del todo claras. Según algunos medios, una infidelidad acabó con la estabilidad conyugal. Y es que Wright encontró a su marido borracho en la cama con dos mujeres. Una vez separados, cada uno siguió con su vida. Penn apareció acompañado en algunos actos como los Oscar con la modelo Petra Nemcova. Pero pese a los arrumacos, las miradas y las sonrisas, parece que Cupido no acertó con esta espectacular pareja. La top alegó que sólo eran amigos.

Penn y Wright se conocieron en 1989 durante el rodaje de El clan de los irlandeses y desde entonces mantuvieron una tormentosa relación. Se separaron temporalmente a mediados de los 90, aunque finalmente se reconciliaron y tomaron entonces la decisión de contraer matrimonio. Su boda, en 1996, congregó en Santa Mónica a unos 80 invitados, entre ellos Marlon Brando, Jack Nicholson, Robert de Niro, Warren Beatty, Tim Robbins y Susan Sarandon, además de los dos hijos de la pareja, que entonces contaban con cinco y dos años de edad. Era el primer matrimonio para la actriz, que se casó de blanco, y el segundo para Penn -de riguroso chaqué-, que estuvo casado con la cantante Madonna entre 1985 y 1989.