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La boda “gratis total” y la expulsión de Marichalar
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La boda “gratis total” y la expulsión de Marichalar

Lo malo que tienen las celebraciones de personajes conocidos que coinciden en tiempo y espacio son las comparaciones, que muchas veces -la mayoría- hacen los propios

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La boda “gratis total” y la expulsión de Marichalar

Lo malo que tienen las celebraciones de personajes conocidos que coinciden en tiempo y espacio son las comparaciones, que muchas veces -la mayoría- hacen los propios invitados cuando semanas después buscan cualquier excusa para quedar y comentar. Y a veces no dejan títere con cabeza. Que si la madrina iba demasiado exagerada, que si el padrino no se estiró con los puros, que si la barra libre no era tan libre porque el cava se acabó antes de tiempo, que si el solomillo estaba duro y la ensalada de bogavante no era tal sino palitos de surimi… Nada nuevo bajo el sol.

Lo bueno que tienen los comentarios maliciosos es que casi nunca llegan a los titulares, con lo cual todos contentos y felices. Este previo tiene que ver con dos casamientos que se celebraron el mismo fin de semana y donde los padres de las novias eran realmente los protagonistas. Cada uno, a su manera, tiró la casa por la ventana. Y en ambas, tampoco hubo gargantas profundas inconvenientes que evaluaran negativamente las felices reuniones.

A parte de elegir el mismo fin de semana, en los dos casos se trataba de las “niñas de sus ojos”. Por un lado, estaba Vanesa, la hija de Blas Herrero, propietario de ‘Kiss FM’, que dio el ‘sí quiero’ en la Catedral de Oviedo, el mismo lugar donde muchos años antes lo hizo también el empresario con Rosa Vallina. Fue una boda “gratis total” para los más de cuatrocientos invitados (Ver ‘La hija de Blas Herrero se casó en Oviedo con música kiss’). El empresario cerró el Hotel Reconquista donde más tarde se celebraría el ágape nupcial y el baile.

Los que no viajaron en avión privado lo hicieron también con desplazamiento costeado por Herrero. No todos los días se casa una hija, y qué menos que facilitar la estancia a los amigos y familiares. Hubo varios detalles que sorprendieron y que tuvo que ver con la generosidad del padre de la novia. Y no tanto con los muchos millones que se le suponen. Otros más ricos que él, no sólo no corren con los gastos del viaje, sino que tampoco se encargan de que en los hoteles se haga precio especial. Algún día habrá que hacer una especie de lista Forbes pero de los tacaños oficiosos.

El detalle quizá más llamativo -al menos así me lo comentaron- tuvo que ver con el engranaje previo a la boda organizada por Atipica, la empresa de Alejandra Conde. Muchas de las damas convocadas acudieron a las peluquerías más importantes de Oviedo y al ir a pagar los encargados les preguntaban si eran invitadas a la boda. En caso afirmativo, no tenían que abonar nada. Lo mismo ocurrió en varios de los restaurantes de Oviedo y en otros locales de copas.

Mientras que el “gratis total” fue la característica general en la boda de Vanesa Herrero, en la de María, la pequeña del juez Garzón, celebrada ese mismo fin de semana en Madrid, se impuso la privacidad. La ceremonia civil corrió a cargo de Alberto Ruiz Gallardón. Hubo mariachis, música marroquí, chiki chiki y ‘Paquito el chocolatero’. El lugar elegido fue el club de tiro de Cantoblanco, donde Jaime de Marichalar se ejercita tirando al plato casi todas las semanas, al menos mientras era duque de Lugo consorte. Oficialmente lo sigue siendo, pero cada día que pasa baja un escalón social. Lo último ha sido la decisión del museo de cera de retirar su figura del encuadre de la Familia Real y colocarle en otro lugar. Lo más llamativo es la nueva ubicación. El que fuera yerno real aparece compartiendo espacio taurino con toreros y con Isabel Pantoja… ¿Cuál será su siguiente expulsión?

Lo malo que tienen las celebraciones de personajes conocidos que coinciden en tiempo y espacio son las comparaciones, que muchas veces -la mayoría- hacen los propios invitados cuando semanas después buscan cualquier excusa para quedar y comentar. Y a veces no dejan títere con cabeza. Que si la madrina iba demasiado exagerada, que si el padrino no se estiró con los puros, que si la barra libre no era tan libre porque el cava se acabó antes de tiempo, que si el solomillo estaba duro y la ensalada de bogavante no era tal sino palitos de surimi… Nada nuevo bajo el sol.