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La legislatura matrimonial de una Princesa
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La legislatura matrimonial de una Princesa

Este 22 de mayo hace cuatro años que la periodista Letizia dejaba de serlo para convertirse en Princesa de Asturias. Con ella terminaban las quinielas amorosas

Foto: La legislatura matrimonial de una Princesa
La legislatura matrimonial de una Princesa

Este 22 de mayo hace cuatro años que la periodista Letizia dejaba de serlo para convertirse en Princesa de Asturias. Con ella terminaban las quinielas amorosas y el listado de futuribles que habían acompañado al heredero desde su adolescencia hasta que apareció en escena “la chica del telediario”, que así la llamaban los vecinos de su piso de soltera. Por fin, Felipe de Borbón cumplía con parte de los requisitos específicos que supone ser desde la cuna el ‘elegido para reinar’.

Coincidiendo con su ‘legislatura matrimonial’ han aparecido reportajes y artículos más o menos documentados oficiosamente, pero ninguna entrevista oficial. Habría estado bien una versión aniversario de las imágenes que se ofrecieron en Navidad y donde se veía a la familia Borbón Ortiz en su entorno natural. Este tipo de apariciones forman parte del “trabajo” de los “coronados” europeos a los que vemos cada poco mostrando a sus súbditos la parte más amable y cordial de la institución que representan. Que trabajen por su país es una obligación frente a los privilegios que ostentan. Y por lo tanto, destacarlo demasiado puede resultar una obviedad y hasta contraproducente. Por eso, regalar más a menudo esa parte familiar puede resultar beneficioso para la princesa y su príncipe.

Los Reyes lo hicieron en su día abriendo las puertas del palacio y les fue muy bien. Según expertos en comunicación, cada vez que se recuperan esas imágenes de las infantas y el hermano jugando por los jardines de la Zarzuela, la institución sube puntos. Doña Sofía, que habría sido una experta en marketing de no haber sido reina, sabe lo importante que puede ser una imagen. Por eso, nunca se molesta y facilita el trabajo de los medios cuando va acompañada de los nietos en Palma, Barcelona o Madrid. Todos los viajes solidarios que realiza y ha realizado están perfectamente documentados por la prensa del corazón. Ahí están las hemerotecas para confirmar este dato.

Por eso, llama la atención que la princesa dé juego exclusivamente a unos medios y a los otros los ignore. No son imaginaciones, sino la percepción que llega a las redacciones. Desde que se hizo oficial su compromiso hay miles de peticiones de entrevistas, así como solicitudes para realizar seguimientos como el llevado a cabo en los últimos meses por El País y parece que también por otro medio del agrado de la princesa. Enhorabuena a los dos por ser capaces de entusiasmar a doña Letizia y conseguir testimonios que, no por no estar entrecomillados, dejan de tener su aquel. Como, por ejemplo, conocer lo mal que lleva los comentarios y críticas relacionados con su apariencia física, su vestuario y todo aquello que considera y cataloga de frivolidad y que las empresas de comunicación llaman glamour. Ese adorno público forma parte de la liturgia de celofán, lazos y espumillón que ilumina desde siempre a las monarquías.

El trabajo, el esfuerzo, la dedicación, la preparación y todos los ‘on’ favorables que se les ocurra se dan por supuesto. (Ver ‘La agencia oficial de la Princesa de Asturias

). Incluso forma parte de la agenda del día saber los nombres, currículo y características del trabajo que realizan las personas recibidas. Por eso, y coincidiendo con el aniversario matrimonial, las glosas exageradas a la evolución de la ex periodista Letizia en megaconsorte real pueden ejercer el efecto contrario. Llama la atención que se resalte su buena dicción y cómo el príncipe ha aprendido a “interpretar” los discursos gracias a las clases particulares impartidas en la intimidad. Lo cuenta Urdaci, que además de ex jefe conoce muy bien a la pareja real que suele acudir a su casa para comer los espaguetis que prepara María, la mujer del periodista.

No habría estado mal que para celebrar el aniversario doña Letizia ampliara el abanico mediático y surtiera de anécdotas y vivencias domésticas al resto de la prensa. Conocer de primera mano la traición de Sabina, el traspiés que sufrió en la boda de Federico de Dinamarca, su accidente de coche y la costumbre de apuntar todo en un bloc son curiosidades que habitualmente forman parte de esos ‘reportajes humanos’ de las revistas de entretenimiento. En realidad, los datos oficiales ya se publican en la página web de la Casa Real. Por lo tanto, si nos ceñimos a la realidad, lo que parece que de verdad interesa son esos apuntes cotidianos glosados en los periódicos del fin de semana pasado. Estoy por pedir audiencia para un seguimiento real.

Este 22 de mayo hace cuatro años que la periodista Letizia dejaba de serlo para convertirse en Princesa de Asturias. Con ella terminaban las quinielas amorosas y el listado de futuribles que habían acompañado al heredero desde su adolescencia hasta que apareció en escena “la chica del telediario”, que así la llamaban los vecinos de su piso de soltera. Por fin, Felipe de Borbón cumplía con parte de los requisitos específicos que supone ser desde la cuna el ‘elegido para reinar’.