El drama de las bellas oficiales

Ser guapa oficial a veces tiene su lado negativo. Y es que muchas de las grandes modelos de pasarela han sufrido problemas en su adolescencia. Así lo han confesado algunas en los últimos tiempos, que han reconocido que su elevada estatura no es una ventaja a una determinada edad. En este grupo de afectadas están tops de la talla de Laura Sánchez, Nieves Álvarez o Martina Klein. Las reinas de la moda también tienen complejos.

La última que ha destapado públicamente estos problemas ha sido Laura Sánchez. Según contó hace unos días en un acto, la estatura no fue una aliada cuando estudiaba en el colegio. “He tenido todas las inseguridades del mundo porque medía 1,80 centímetros cuando tenía 14 años”, ha confesado. “Era muy complicado porque todos mis compañeros y mis amigos eran normales”, dice la joven, que ahora trabaja como actriz en ‘Los hombres de Paco’. Sin embargo, poco queda de aquellas inseguridades y, si un día el ánimo le falta, se coloca unos buenos tacones. Lo mismo le pasa a Victoria Beckham, aunque ella no le acompañan los centímetros.

Algo parecido le pasó a Nieves Álvarez. La modelo, ahora madre de tres hijos, escribió en su autobiografía que para ella fue un trauma medir a los 14 años casi 1,80 de estatura. Fue a partir de entonces cuando comenzó una dieta de adelgazamiento que finalmente le hizo padecer problemas de alimentación. Sólo el paso del tiempo curó esa herida. Se convirtió en una de las mejores modelos del mundo y, hoy en día, su altura no es un problema.

Pero no todos los complejos de las famosas llegan por la altura. Aunque ese es el que más marca a una determinada edad, muchas otras famosas no están de acuerdo con su cuerpo. Mientras unas presumen de altura, otras necesitan siempre unos tacones para remediar el problema de la falta de centímetros. Tal es el caso de Winona Ryder, Eva Longoria o Scarlett Johansson. Las tres estarían dentro de la estatura media de una española. En el lado contrario estaría Nicole Kidman, que durante su matrimonio con Tom Cruise se vio obligada a llevar zapatos planos para no sacar cabeza y media al actor.

Existen otros complejos que tienen remedio. Son aquellos en los que, pasando por el quirófano, se pueden arreglar. Eso es lo que le pasó a la nariz de Jennifer Aniston. Kidman, por ejemplo, se quitó las pecas con cirugía y Esther Cañadas se vio obligada a retocarse los labios para triunfar en las pasarelas. Al final, nadie es perfecto.