Mario Conde y la fiesta noctura de Cala D’ Or

Cayetano Martínez de Irujo amenazó en su día con marcharse fuera de España por el acoso mediático. Rafael Amargo otro tanto de lo mismo y ahora es Anita Obregón la que ha realizado unas declaraciones en Ibiza asegurando que también quiere huir porque “ya no puedo más”. Pero el hijo jinete nunca se fue, el bailarín volvió y de la artista multifunción no se sabe, al ser sus decisiones tan impredecibles como los tornados en la película Twister.

Frente a estos personajes hay otros que consiguen pasar desapercibidos. Cierto es que cuesta y si en un momento dado hay noticia se les encuentra hasta debajo de las piedras, luego vuelven a su anonimato. El caso es que muchos de ellos pueden llevar un verano relativamente privado. A principios de agosto sin ir más lejos hubo un par de fiestas en Mallorca que no han tenido repercusión revisteril. Y no porque los personajes no fueran de impacto sino que porque a los anfitriones no les interesaba.

Una de esas fiestas fue el cumpleaños de Cecilia Sanberg a la que acudió entre otros muchos, Diandra Douglas, la familia Gómez-Acebo Borbón y la bella Elena Cue acompañada por su marido, Alberto Cortina, que desde que se compraron possesió en Soller, utilizan menos el barco.

La otra celebración fue en Cala D´Or (no confundir con Marina D’Or), un lugar de ensueño en la localidad de Santanyi. Aquí repitieron los sobrinos reales. Y no faltó Mario Conde hijo, que veranea en Mallorca desde que nació. Poco dado a aparecer en los medios salvo cuando es necesario publicitar el aceite, como en el reportaje de la revista Telva (Ver noticia), el muchacho intenta pasar desapercibido siempre que puede. En la reunión playera casi lo consigue. Bailó hasta el amanecer y se divirtió como el resto de los íntimos del convocante.