Carolina de Mónaco declara ante el tribunal alemán sin medios ni público

La princesa Carolina de Mónaco ha vuelto a pasar por los juzgaos alemanes. Esta vez lo ha hecho para declarar ante un tribunal en la revisión del juicio por el que fue condenado su esposo, el príncipe Ernesto de Hannover. Según ha trascendido por declaraciones de un portavoz de la Audiencia de Hildesheim -al suroeste de Alemania-, la princesa fue interrogada ante el tribunal el pasado sábado sin público y con la asistencia únicamente de los letrados de las distintas partes.

Esta revisión intenta levantar la condena que cayó sobre Ernesto de Hannover en noviembre de 2004 por la que el príncipe debía cumplir una pena anterior de ocho meses de prisión en régimen de libertad condicional y por la que debía pagar 445.000 euros al dueño de una discoteca en Kenia al que supuestamente habría causado lesiones graves en 2000. El agredido es el alemán Josef Brunnlehner, al que el marido de Carolina de Mónaco proporcionó una paliza acompañado por quince africanos. A raíz de estas agresiones, de las que el príncipe alemán fue hallado culpable por el tribunal germano, Brunnlehner tuvo que ser ingresado en un centro hospitalario para ser tratado de las graves heridas que padecía.

Al parecer, el biznieto del último Kaiser recurrió a la violencia porque se sentía molesto por el ruido de la discoteca, situada en una isla que está justo enfrente de la de Lamu, donde Ernesto de Hannover tiene una casa. Posteriormente el príncipe declararía en una emisora de radio del país africano que fue “un placer” apalear a su compatriota.

Tras la declaración de Carolina de Mónaco, la Audiencia de Hildesheim ha querido dar detalles sobre el desarrollo y contenido de los datos aportados por la princesa ante el tribunal, que debe decidir si la solicitud de revisión del juicio anterior es admitida a trámite.

Pero esta no es la primera vez que el matrimonio acude a los tribunales alemanes por sucesos relacionados con su villa de Kenia. Tal y como en su momento contó Vanitatis, en marzo de este mismo año Carolina y Ernesto vieron como el Tribunal Constitucional daba luz verde a la publicación de unas fotos de sus vacaciones (Ver noticia). La pareja, que en las instantáneas la pareja aparecía en su residencia africana, pedía que la revista 7 Tage retirase las imágenes.

Pero el Tribunal Constitucional, desoyendo la decisión del Supremo, reforzó los derechos de la publicación por considerar que determinadas imágenes de la familia real pueden salir en los medios siempre y cuando sean “trascendentes” y “aporten información”. Asimismo, el Constitucional alemán dictaminó que la difusión de imágenes de famosos debería responder a “acontecimientos concretos” y no exclusivamente al hecho de que se encuentren en un lugar.