Kate Hudson, denunciada por espionaje industrial

Lanzar cualquier tipo de producto al mercado que incluya en el envase el nombre de alguna persona famosa supone dos cosas: por un lado se consigue una amplia repercusión en los medios de comunicación, y por otra, los propietarios de la marca se aseguran aumentar exponencialmente el número de las ventas. El problema viene cuando la celebrity de turno deja tirados a los empresarios, y eso es lo que al parecer le ha ocurrido a Kate Hudson, que ha sido denunciada nada más y nada menos que por espionaje industrial.

 

De acuerdo con el relato de los hechos publicado por la revista estadounidense OK, la intérprete de Casi famosos ha sido denunciada por la firma 220 Laboratories por incumplir un acuerdo verbal y robar secretos para acabar ofreciéndoselos a la competencia.

Como una Mata-Hari de la industria de la cosmética, Hudson habría llegado a un acuerdo oral en compañía del estilista David Babaii en 2006 con los propietarios de la marca para desarrollar una línea de productos capilares ecológicos. Sin embargo, y siempre según el relato de los denunciantes, no habría cumplido el acuerdo y se habría ido a la competencia para lanzar con ella los productos.

Vanitatis.com informó en su día de la línea cosmética patrocinada por Hudson, que prometía donar el 10% de los beneficios a una ONG ecologista, pero entonces nada se sabía de los verdaderos orígenes de la gama de champús, acondicionadores y mascarillas. El ‘ingrediente secreto’ (ya no lo es tanto) de la línea que 220 Laboratories presentó a Hudson y Babaii era la ceniza volcánica, la cual se supone que aporta volumen al cabello, y según asegura la compañía, en el momento de presentar la gama a la actriz y el estilista ellos eran los únicos proveedores de este material en los Estados Unidos.

La línea de Hudson y Babaii fue lanzada al mercado por la marca Universal, que le habría hecho una oferta mucho más lucrativa en todos los aspectos, y se puede encontrar actualmente en las tiendas. Sin embargo, ahora Hudson y el estilista se enfrentan a 17 cargos que deberán ser dirimidos por la justicia, y entre los que se encuentran la apropiación indebida de secretos comerciales, el fraude y la ruptura de contrato y de la confidencialidad.