Jolie y Pitt no son los más generosos de Hollywood

Los famosos a veces se rascan el bolsillo para ayudar a las personas menos favorecidas. A ellos, gracias a las ingentes sumas de dinero que cobran por película, les cuesta menos llegar a final de mes que a un ciudadano de clase media, de ahí que destinen parte de sus ingresos a actividades filantrópicas. ¿Pero a quién le cuesta menos rascarse el bolsillo? ¿Qué famoso dedica más dinero a los demás? Según una encuesta realizada por la revista Parade, Oprah Winfrey es el personaje de Hollywood más generoso.

Aunque no conocemos las cuentas de esta mujer, lo cierto es que debe ganar mucho dinero a tenor de lo que regala. Según el ranking elaborado por Parade, la actriz y presentadora de 54 años entregó a diversas causas alrededor de 50 millones de dólares. Uno de los principales destinatarios fue su propia fundación que invirtió ese dinero en educación.

El segundo más generoso de este listado no es el matrimonio formado por Brad Pitt y Angelina Jolie. A Winfrey le sigue el músico Herb Alpert con sus 13 millones de dólares destinados a su fundación y a su escuela de música. A continuación se sitúa Barbra Streisand con 11 millones de dólares, Paul Newman con 10 millones de dólares y Mel Gibson con casi la misma cantidad. La primera suele ayudar a enfermos de Sida y a mujeres. Newman invierte muchos ceros en colegios y Gibson lo dona a la iglesia.

Pese a no estar en las primeras plazas, los Jolie-Pitt no se quedan atrás. El año pasado regalaron más de ocho millones de dólares. Parte de este dinero sirvió para reconstruir Nueva Orleans. La pareja residió en esta ciudad un tiempo y se pudo ver al actor poniendo ladrillos en obras civiles. Hay que tener en cuenta que cada vez que amplían su familia con un niño, ya sea adoptado o biológico, conceden una exclusiva y entregan el dinero a ONG’s.

Tampoco hay que olvidar el espíritu filantrópico de otras celebridades como Lance Armstrong, Michael Jordan, Rosie O´Donnell, Jerry Seinfeld, Hugh Hefner o Tiger Woods. No todo en el mundo del espectáculo y el deporte es pintarse el ojo, ponerse un vestido de marca y desfilar por las alfombras rojas de medio mundo. Al final, hay gente con corazón.