Los sacrificios de Blanca Martínez de Irujo

El amor ha roto la vida de Blanca Martínez de Irujo. La ya ex pareja de Fran Rivera no sólo ha perdido a su novio, amigo y compañero de fatigas, sino su casa, sus amistades e, incluso, a su familia. En su día, la prima de Eugenia apostó fuerte por esta relación, renunciando a muchas de sus comodidades, y ahora, una vez que el torero es historia, se encuentra sin nada. A sus 40 primaveras, tiene que volver a empezar de cero como si fuera una veinteañera.

Su noviazgo con Fran le ha hecho perder muchas cosas. Cuando la pareja comenzó a flirtear, Blanca, la confesora de la duquesa de Montoro, vivía tranquilamente en Milán con un marido inmensamente rico y su preciosa hija. Pero llegó el divorcio y la joven renunció a una casa en la ciudad de la moda por España y, se supone, que por el torero. Aquí consiguió primero un piso de alquiler a buen precio que abandonó para vivir en el chalé del diestro. Ahora, tras la separación, se ha quedado sin techo. Blanca vive provisionalmente con su hermano, aunque seguramente ya estará buscando un nuevo sitio donde empezar.

Pero en su mudanza a España también perdió amistades. En Milán tenía unas relaciones sociales acordes con su matrimonio. A su regreso, se introdujo de lleno en el círculo de su ex novio. A esto hay que sumar las desavenencias familiares. Gracias a su relación con Fran se enemistó con parte de sus parientes. Eugenia, a la que protegía y escuchaba, se sintió tan traicionada que no le ha vuelto a dirigir la palabra pese al lazo sanguíneo que las une. Tampoco le ha ido mejor con la duquesa de Alba. Pese a que siempre ha adorado a Fran y ha creído en su reconciliación con la duquesa de Montoro, nunca acabó de dar su bendición a esta relación.

A esto hay que sumar las relaciones con las niñas, tanto la suya como la hija de su marido. A su pequeña la cambió de colegio para que estuviera en uno más cercano de la casa familiar. Ahora ya mudados y con el curso empezado, la situación se torna más complicada. A esto hay que sumar que durante este tiempo Blanca ha cuidado cuando tocaba a Cayetanita. Una vez separada, y dadas las relaciones familiares, seguro que le resultará difícil mantener el contacto con la niña. Además, Blanca no tiene trabajo en la actualidad.

Fran y Blanca comenzaron su romance en el verano de 2005, aunque en un primer momento negaron y ocultaron sus sentimientos. Por entonces, la prima de la duquesa, mucho mayor que su novio, todavía estaba casada. Tras unos años de amor incondicional, la pareja rompió. Entonces, el diestro aclaró que no había terceras personas en esta decisión. Sin embargo, no le faltan candidatas a ocupar su corazón.