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Katie Holmes debuta por fin en Broadway
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Katie Holmes debuta por fin en Broadway

La actriz estadounidense Katie Holmes, la esposa de Tom Cruise, se subió ayer por primera vez a un escenario de Broadway, gracias a la nueva versión

Foto: Katie Holmes debuta por fin en Broadway
Katie Holmes debuta por fin en Broadway

La actriz estadounidense Katie Holmes, la esposa de Tom Cruise, se subió ayer por primera vez a un escenario de Broadway, gracias a la nueva versión de Todos eran mis hijos, la primera obra de Arthur Miller que se estrena en Nueva York desde su muerte en 2005. El clásico de Miller, que inicia sus primeras representaciones abiertas al público neoyorquino, brinda la oportunidad a Holmes, después de saltar a la fama gracias a la televisión y al cine, de probar suerte en el teatro rodeada de un elenco de rostros conocidos.

Todos eran mis hijos, cuyo nuevo montaje se estrenará oficialmente el próximo 16 de octubre, llegó a los teatros neoyorquinos en 1947 de la mano del director Elia Kazan y cuenta la historia de un hombre que, durante la Segunda Guerra Mundial, vendió deliberadamente al ejército de EEUU piezas de aviones en mal estado, que hicieron estallar los aparatos y mataron a veintiún soldados.

Katie Holmes se pone en la piel de Ann Deever, una joven a cuyo padre han culpado por el delito cometido por otro hombre, que además está a punto de convertirse en su suegro. Junto a la actriz de Batman Begins (2005), figuran en el reparto Dianne Wiest -ganadora de dos premios Oscar por Hannah y sus hermanas (1986) y Balas sobre Broadway (1994)-, John Lithgow -conocido por el film La fuerza del cariño (1983)-, y Patrick Wilson -que ha triunfado en musicales como The full monty u Oklahoma! y películas como Juegos secretos (2006).

Preparada a conciencia


Para preparar su participación en esta obra, Holmes cambió este año Los Ángeles por Nueva York, donde se instaló alejada de su marido y de la hija de ambos, Suri, que ya se encuentran en la Gran Manzana. Estos días se ha visto a Holmes llevando a Suri a los ensayos de Todos eran mis hijos y el miércoles salió con Cruise del Teatro Gerald Schoenfeld tras las pruebas de vestuario de una obra que, en principio, estará en cartel hasta el 11 de enero de 2009.

Holmes sigue así los pasos de otros rostros conocidos gracias al cine, como Antonio Banderas o Julia Roberts, en los escenarios de Broadway, donde unos han tenido más fortuna que otros.

Prueba de fuego


El debut de Holmes en el teatro ha levantado mucha expectación y son muchos los que se preguntaban si la joven actriz estará a la altura de una obra de Miller y de los cotizados teatros de la Gran Manzana o bien se verá obligada a pasar página rápidamente a su escarceo con Broadway. Las declaraciones de sus compañeros de reparto han sido escuetas sobre la actuación de Holmes aunque, en alguna ocasión, han alabado el trabajo de una actriz que saltó a la fama gracias a la serie de televisión Dawson crece y que, después de conseguir varios papeles en grandes producciones de Hollywood, ha visto cómo su vida privada despierta más atención que su carrera.

"Katie encaja perfectamente y lo hace muy bien en la obra. Todos somos diferentes y contamos con una formación distinta como actores, así que estamos en el mismo barco", aseguraba hace unos días Patrick Wilson sobre su compañera a una revista neoyorquina, a la que además pidió que no se le preguntara más por Holmes. La llegada de la actriz a los teatros neoyorquinos coincide con el estreno de dos obras en las que participan dos actores muy conocidos: el británico Daniel Radcliffe -conocido como Harry Potter en la gran pantalla-, que será el desnudo protagonista de Equus, y el estadounidense Peter Sarsgaard, pareja de Maggie Gyllenhaal, en la adaptación de La gaviota de Anton Chéjov.

 

La actriz estadounidense Katie Holmes, la esposa de Tom Cruise, se subió ayer por primera vez a un escenario de Broadway, gracias a la nueva versión de Todos eran mis hijos, la primera obra de Arthur Miller que se estrena en Nueva York desde su muerte en 2005. El clásico de Miller, que inicia sus primeras representaciones abiertas al público neoyorquino, brinda la oportunidad a Holmes, después de saltar a la fama gracias a la televisión y al cine, de probar suerte en el teatro rodeada de un elenco de rostros conocidos.