Tres cocineros, 14 escoltas y dos niñeras para Angelina Jolie y Brad Pitt

¿Cuánto hace falta llevarse de viaje para ser feliz? Pues si uno se llama Angelina Jolie o Brad Pitt la cifra mágica es 19: ese es el número que resulta de sumar los tres cocineros, los catorce guardaespaldas y las dos niñeras que forman parte del personal contratado para encargarse de que la pareja esté a gusto durante los próximos tres meses en Berlín. Lo cuenta el rotativo alemán Bild en su edición de este miércoles: los dos famosos se encuentran junto a seis hijos en la capital alemana, donde ocupan una lujosa villa con helipuerto y embarcadero independientes a las orillas del lago de Wansee, en la zona residencial mas exclusiva de las afueras de Berlín.

La pareja, acompañada de sus hijos y del interminable séquito de empleados, llegó el lunes por la noche al histórico aeropuerto de Tempelhof, levantado en la epoca nazi, a bordo de un reactor privado tipo Legacy, e inmediatamente se trasladaron a su nueva residencia, sin visitas turísticas a la puerta de Brandeburgo ni nada. Los 2.750 metros cuadrados de su nueva residencia, un palacio blanco con un jardín de 12.000 metros cuadrados, les estaban esperando.

Tendrán tiempo para darse paseos por los lugares más turísticos durante las próximas tres semanas: Brad Pitt comienza entonces el rodaje de su nueva película en la ciudad alemana, Inglorious Bastards, un filme sobre la Segunda Guerra Mundial dirigido por Quentin Tarantino en el que el protagonista de Troya tiene un papel estelar .

La nueva residencia de Brad Pitt y Angelina Jolie se encuentra a escasos kilómetros de los históricos estudios cinematográficos de Babelsberg, en la ciudad de Potsdam que linda con Berlín, donde se rodará la película de Tarantino. Precisamente en esos estudios y durante la Segunda Guerra Mundial, el aparato de propaganda de Joseph Goebbels rodó una buena parte de las películas de la Alemania nazi, la mayoría de ellas para distraer a la población de los horrores de la confrontación bélica.

El rotativo revela que la villa que ocupan ya la pareja de actores y sus hijos ha sido convertida en una fortaleza durante las últimas semanas, con una pared de lona que cubre las rejas de casi tres metros de altura para ocultar el jardín de las miradas desde el exterior, cámaras de vídeo, sensores de movimiento y focos. El palacio, que ha sido renovado completamente antes de la llegada de los artistas, cuenta además con una flota permanente de diez lujosas limusinas para facilitar los movimientos de la familia.