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La escapada de la Infanta Elena
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La escapada de la Infanta Elena

La Infanta Elena está dispuesta a seguir adelante con su vida a pesar de los malos momentos que atraviesa. La primogénita de los Reyes se ha

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La escapada de la Infanta Elena

La Infanta Elena está dispuesta a seguir adelante con su vida a pesar de los malos momentos que atraviesa. La primogénita de los Reyes se ha refugiado en sus amigos para superar su ruptura matrimonial con Jaime de Marichalar. Con los abogados negociando los términos de la separación legal, la madre de Froilán y Victoria ha vuelto a sus raíces, a las tardes con los íntimos de toda la vida. Y es que su círculo es cada vez más reducido fruto de ciertas desconfianzas. Los Villar-Mir, los López Madrid, los Caprile y los compañeros de la hípica se han convertido en sus mejores apoyos, aunque en realidad siempre habían estado ahí.

 

El pasado viernes, después de la ya famosa portada de Época, decidió mitigar sus penas con algunos de sus allegados. Así, se trasladó a una zona residencial de Madrid para relajarse. Salió de su casa de una manera discreta, acompañada de su escolta para despistar, y compartió una agradable velada con Silvia Villar Mir y Javier López-Madrid. Ambos son amigos de los hermanos Borbón desde su más tierna infancia. Son muchos años de compartir juegos y confidencias. De hecho, López-Madrid le prestaba al príncipe una de sus fincas para ocultar su noviazgo con Isabel Sartorius.

Amistad con los Caprile

Otros de los grandes amigos y confesores de la Infanta Elena son los Caprile, que viven muy cerca de los López Madrid. Con las hermanas del diseñador, la primogénita real ha compartido más de una tarde de café y confidencias. Su amistad también viene de largo. Marisa Caprile, que ahora vive en Francia, fue profesora de las Infantas Elena y Cristina. Con Laura Caprile compartieron las aulas del colegio Santa María del Camino. Además, Marisa fue testigo en la boda sevillana de Elena y su sobrino, Pablo Alonso Caprile, actuó como paje del enlace.

La relación entre los Borbón y los Caprile ha sido siempre muy próxima. Lorenzo, el gran maestro de la costura, diseñó el vestido de boda de la Infanta Cristina. En otro enlace, el de los Príncipes de Asturias, algunas de las damas asistentes lucían modelos firmados por el creador. La propia Princesa Letizia ha llevado bastantes vestidos confeccionados en su taller.

Doña Elena, muy amiga de sus amigos, ha tenido siempre muchos detalles con los Caprile. Hace ahora casi dos años murió en Laredo el patriarca de la familia, Mario Caprile Stucci. La Infanta viajó hasta Cantabria para visitar el tanatorio instalado en el Hospital Comarcal de Laredo y darle así el último adiós al padre de Marisa, de Lorenzo y de sus cinco hermanos más. La noche del pasado viernes fue dura para la Infanta, aunque no hay nada mejor que rodearse de los íntimos, sobre todo si viven en el mismo barrio.

Aunque todavía no han comenzado oficialmente los trámites de su divorcio –así lo asegura la Casa Real-, el asunto se complica día a día. La insinuación del consumo ocasional de cocaína por parte de Jaime de Marichalar como arma arrojadiza de en el proceso de divorcio le obligó a mover ficha a través de un comunicado que intentaba apaciguar las cosas. Sin embargo, la Infanta se ha volcado en su trabajo. Al mal tiempo, buena cara.

La Infanta Elena está dispuesta a seguir adelante con su vida a pesar de los malos momentos que atraviesa. La primogénita de los Reyes se ha refugiado en sus amigos para superar su ruptura matrimonial con Jaime de Marichalar. Con los abogados negociando los términos de la separación legal, la madre de Froilán y Victoria ha vuelto a sus raíces, a las tardes con los íntimos de toda la vida. Y es que su círculo es cada vez más reducido fruto de ciertas desconfianzas. Los Villar-Mir, los López Madrid, los Caprile y los compañeros de la hípica se han convertido en sus mejores apoyos, aunque en realidad siempre habían estado ahí.