Reese Witherspoon quiere una casa en Londres

Desde que Reese Witherspoon comenzó su relación con el también actor Jake Gyllenhaal todo parece ir viento en popa entre ellos. Tanto es así que la pareja está planteándose comprarse una casa juntos en Londres cuando se cumple un año del inicio de su noviazgo. El lugar elegido para establecer su hogar sería el exclusivo distrito de Mayfair, cercano a Hyde Park y a Picadilly Circus.

 

Según cuenta el diario estadounidense Chicago Sun, a la ganadora de un Oscar por En la cuerda floja lo que realmente le preocupa es sentirse segura. Según una fuente consultada por el periódico, la actriz estaba muy pendiente de los sistemas de seguridad, en particular en aquellos lugares donde no puedan entrar y salir directamente desde la calle, algo que no siempre es fácil en el centro de Londres, en especial en este barrio. Pero cuenta esa misma fuente que han encontrado un par de lugares que parece que han sido del gusto de la pareja.

La decisión de mudarse a Londres podría estar motivada por el hecho de que el coprotagonista de Brokeback mountain, junto al fallecido Heath Ledger, se enamoró de la ciudad al acudir para rodar algunas escenas para su nueva película que lleva por título El príncipe de Persia: Las arenas del tiempo, una versión del mítico videojuego.

Amigos cercanos a la pareja afirman que este es sólo un paso más en una relación de la que ambos están muy seguros y que confían que sea duradera. Dicen que están más enamorados que nunca e incluso, una de las fuentes afirma estar convencido de que van a contraer matrimonio, algo que sería estupendo para quienes les rodean. Dice la fuente consultada por el diario que es consciente de que se trata de una pareja de estrellas de Hollywood, pero que estos dos tienen algo especial.

Atrás quedaron los tiempos en los que Reese Witherspoon intentaba superar la ruptura de su matrimonio con Ryan Philippe. Aunque en un principio la situación fue tensa, al final ambas partes firmaron un acuerdo para conseguir el divorcio y delimitar la custodia de los hijos que el matrimonio tuvo, Ava y Deacon, de ocho y cuatro años, respectivamente.