Sarah Palin se gasta 150.000 dólares en ropa

Siempre vestida perfecta, con un peinado estudiado y unas gafas que están creando tendencia. ¿Pero cuánto invierte Sarah Palin en todos estos aditamentos? La sociedad norteamericana está algo escandalizada tras conocer que la mano derecha del republicano John McCain se ha gastado más de 150.000 dólares en ropa y maquillaje para ella, su marido y sus hijos. Lo peor es que el dinero no ha salido de su bolsillo, sino del Comité Nacional Republicano, que paga todas las facturas de la famosa Gobernadora de Alaska.

Desde que se convirtió en candidata a vicepresidenta, su look ha encontrado muchos admiradores, no así su persona que anda algo retrasada en las encuestas. Sin embargo, crear ese estilo personal, uno sus máximo atractivos, está lastrando las cuentas de los republicanos. Sarah Palin no sale barata.

Las facturas de la política se extienden por tiendas radicadas por varios rincones de Estados Unidos, sobre todo por aquellos por los que ha pasado la caravana republicana. Así, invirtió 49.425,74 dólares en la tienda Saks Fith Avenue de St. Louis y Nueva York. Otros 75.000 dólares fueron a parar a la caja registradora de Neiman Marcus en Minneapolis. Otra procede una tienda de ropa de niños ¿Y en su apariencia? El peinado de Palin y su maquillaje se ha llevado casi 5.000 dólares sólo en el mes de septiembre.

Los republicanos han intentado apaciguar los ánimos. “Con todos los asuntos importantes que hay en el país ahora, resulta extraordinario que nosotros malgastemos el tiempo hablando sobre trajes y blusas. Siempre ha habido la intención de que esas ropas sean donadas a la caridad después de la campaña”, ha dicho Tracey Schmitt, la portavoz de McCain y Palin, intentando quitar hierro al asunto en Politico.

Tras este descubrimiento son muchas las preguntas que asolan a los medios norteamericanos. Muchos no comprenden que el partido republicano, con el dinero donado por los electores, sufrague las facturas en trapitos de Palin, una antigua reina de la belleza metida en política. Otros se preguntan qué tipo de organización caritativa podrá recibir unos trajes tan lujosos como los de la Gobernadora de Alaska. ¿Se imagina a los pobres de Nueva York vistiendo como Sarah Palin? Si con ello se ganan votos, bienvenido sea.