El abogado de Telma pide la palabra

El abogado de Telma Ortiz, Fernando Garrido Polonio, ha solicitado el derecho de rectificación sobre la información publicada el pasado día 8 de noviembre bajo el título de ‘El nuevo ‘regalo’ de Telma a su hermana Letizia’ en la que dábamos cuenta de los detalles del comunicado enviado por el propio letrado a los medios tras la sentencia desfavorable al recurso de medidas cautelares solicitando por la hermana de la princesa y su pareja.

 

A continuación reproducimos íntegramente la carta recibida en esta redacción:

“La petición de medidas cautelares fue instada no solo por Dª Telma Ortiz Rocasolano sino también por D. Enrique Martín Llop, los cuales, por cierto, no han sentado “a más de cincuenta medios en el banquillo de los acusados”, primero porque eran treinta demandados, y segundo, porque la vía civil que hemos emprendido no implica acusación de ningún tipo.

Con relación al medio que, según usted, nada tiene que ver con la información de sociedad, es preciso aclarar que se trata de la revista Diva, que en su día publicó determinados reportajes sobre la vida privada de los demandantes, si bien previamente a la comparecencia judicial, al parecer, la editora original vendió la cabecera de la revista a otra empresa que, manteniendo el mismo nombre comercial, esto es Diva, dejó de publicar información de corazón para hacerlo sobre lencería. No hay pues, ningún objetivo interesado, salvo en la mente de usted.

Lo que usted califica como una “chulada” de Telma no es sino la petición de amparo ante lo que Dª Telma y D. Enrique entienden como infracción de su derecho constitucional a la propia imagen; y en un país democrático como el nuestro, cualquier ciudadano -se llame éste como se llame- puede ejercer libremente sus derechos.

Por otro lado, es absolutamente falso de toda falsedad que este Letrado haya alegado pobreza patrimonial de los demandantes, por ello carecen de sentido las veladas y vergonzantes insinuaciones que usted hace al respecto de las costas procesales.

En cuanto a la alegada modestia de los cooperantes que usted pone en boca de este Letrado, quien suscribe ratifica plenamente su manifestación y le aclara que dicha aseveración lo es en términos de honestidad, decencia, decoro y austeridad que de Dª Telma y D. Enrique y no bajo la errónea interpretación que hace usted acerca de una supuesta carencia de medios de vida.

En cuanto a que este Letrado haya cuestionado la Sentencia, cierto es y está en su derecho de poder hacerlo, pero resulta de todo punto inadmisible que tal argumento lo ponga usted en relación con una supuesta participación de Dª Telma y D. Enrique “como moneda de cambio”. Es una injuria que exige una inmediata rectificación.

Respecto de la afirmación acerca de si Doña Concha García Campoy “dirigiéndose al abogado (que estaba al teléfono y no contestaba ninguna cuestión), le dijo que había que tener más gallardía a la hora de responder”, he de señalar, primero, que no es cierto que este Letrado no respondiera a las preguntas; simplemente intentó hacer un análisis jurídico del Auto, cuestión para la que había sido llamado, pero no se le permitió porque el interés del programa era, al parecer, otro; y segundo, si fuera cierto que la Sra. García Campoy afirmó lo de la falta de gallardía -cosa que el Letrado desconoce, pues si lo dijo no lo dijo nunca a la cara-, prefiero creer que fue producto de su tan extraña como injustificada cólera y, como dijo Séneca, “la cólera trata de que sea justo lo que ella ha decidido”.

Por último, ni Dª Telma ni este Letrado han hecho el ridículo, y si la Sra. Campoy dijo lo que usted afirma, es evidente que la Sra. Campoy no se ha enterado todavía de lo que significa de verdad hacer el ridículo”.